¿Quién debe pagar los vestidos de las damas de honor?

Las damas de honor son ese conjunto de amigas o familiares cercanas a la novia que se convierten en sus cómplices, consejeras y grandes compañeras durante todo el proceso de planeación de la boda.

Se encargan de darle calma a la novia en los momentos de tensión, la acompañan a sus pruebas de vestido o le ayudan a tomar decisiones sobre algunos detalles de la organización del matrimonio.

Al jugar un papel clave en la celebración, suelen lucir un atuendo distintivo, por lo general, con diseños, colores y ciertas características que las diferencian de los demás invitados. Ahora bien, si no tienes claro en este punto quién debe pagar los vestidos de las damas de honor, te damos las bases para que puedas decidir, según tus posibilidades, lo mejor para todas.

El presupuesto es crucial

La respuesta de quién debe pagar los vestidos de las damas de honor es relativa porque va a depender de las facilidades económicas con las que cuente la pareja. Si juntos tienen los recursos necesarios sería un detalle maravilloso y de profunda amistad, asumir el costo total del vestido de cada una de esas amigas o familiares.

Se debe tener presente que, si son vestidos de alta costura, con especificaciones especiales de diseño o que cuenten con detalles de lujo como apliques o pedrería, el costo lo debe pagar la novia.

En la situación en la que haya un presupuesto ajustado, una excelente idea será elegir un vestido sencillo, que la novia asuma el pago de la tela y que sean las damas quienes cubran el gasto de la confección. Siempre hablándolo con anticipación con ellas y acordando un importe razonable que puedan asumir sin angustia o dificultad. Por lo general, lo anterior se ve con frecuencia cuando la corte nupcial está compuesta por tías, hermanas o primas de la novia. 

Otra opción, si se quiere asumir el gasto y vestirlas a gusto, es elegir  vestidos de fiesta baratos o que estén en oferta, de esta manera podrá gestionar mejor la inversión. 

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Lo que indica la tradición

Por tradición, es la novia quien asume los gastos de los vestidos de las damas de honor, esto, partiendo de la idea de que si se quiere que una o varias personas se vistan de determinada forma y con una características especiales, pues lo mínimo es que ellas pongan su disposición, y la novia el presupuesto.

Lo anterior es lo que tradicionalmente se ha hecho a través de los años, pero la versatilidad con la que hoy se preparan las bodas hace que no sea una camisa de fuerza y que se contemplen posibilidades como los gastos compartidos o los atuendos con looks más versátiles que se ajusten al presupuesto de cada dama de honor.

Lo que más se ve hoy en las bodas

Dado que los vestidos de las damas de honor pueden resultar costosos y los diseños unificados no siempre son del agrado y comodidad de todas las damas de honor, hay una gran tendencia que toma fuerza en las bodas en cuanto a este aspecto.

La idea se centra en que la novia elige el color y el largo de los vestidos de las damas de honor, y las damas se encargan, de forma independiente, de conseguir su vestido en dicho color, pero con un diseño que las beneficie y con un presupuesto que se ajuste a su bolsillo. Lo ideal es que desde el principio haya una conversación clara respecto a este tema.

¿Qué tal optar por gastos compartidos?

Hay que tener en cuenta que al tratarse de un matrimonio elegante o un evento formal, usualmente los vestidos pueden ser de un precio alto, y no siempre la novia o las damas de honor cuenta con el presupuesto económico para asumir con dichos gastos. Razón por la que hay un punto medio al que podrían llegar a través de un acuerdo, y es el de los gastos compartidos.

Si no quieren dejarse llevar por lo tradicional o por la tendencia que toma fuerza hoy en las bodas, entonces podrían hacer un consenso en el que se elijan los diseños (si serán unificados o no), el color, y cuál será el aporte de la novia y de las damas de honor para este ítem.

Accesorios de las damas de honor

Siempre es recomendable que los accesorios de las damas de honor tengan una misma línea o estilo, por ejemplo, decidir que todas usarán aretes de perlas o accesorios dorados de un determinado tamaño, aunque esto no implique necesariamente que lleven diseños idénticos.

En este caso, lo usual es que las damas de honor asuman la responsabilidad de dichos accesorios, ya sea usando algunos que tengan, o cubriendo de su bolsillo este gasto.

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Otras consideraciones de gasto

¿Quién compra los ramos de las damas?

En ocasiones en las que se quiera que las damas de honor lleven un pequeño ramo o un distintivo floral el día de la boda, entonces será la novia quien se asegurará de que el proveedor de flores o decoración los elaboré e incluya en el presupuesto que asume la pareja. 

Peinado y maquillaje de las damas de honor

¿Quién paga maquillaje y peinado de las damas de honor? Al igual que los accesorios, siempre se buscará que haya una línea o un estilo muy similar, pero que a su vez, sea un look que haga sentir cómodas a todas las damas de honor y que destaque sus rasgos para que también se sientan muy cómodas.

Si se quiere que todas las damas de honor usen el mismo peinado y tipo de maquillaje y ellas estén de acuerdo, lo más amigable sería llegar a un acuerdo en el que los gastos sean asumidos por la novia o compartidos entre las damas.

Si, por el contrario, no se busca que todas vayan iguales, entonces el look correrá por cuenta de cada dama de honor, quien podrá decidir cómo y dónde arreglarse. Lo usual es que las damas de honor se junten con la novia el día de la celebración y que se preparen en cuanto a maquillaje y peinado.

En ocasiones recurren al mismo equipo de maquillaje y peinado, y en otras, cada una contrata a su estilista de confianza. Estos detalles de logística se deben conversar con tiempo, para saber qué espacio se necesita y que otros requerimientos se deben tener en cuenta para que todo salga mejor de lo soñado.

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Lo más importante es que la novia tenga claro su presupuesto y lo que estaría dispuesta a invertir en este rubro de la boda. Sólo así será más sencillo llegar a un acuerdo con las damas de honor y hacer que la corte luzca radiante y a gusto el día de la boda.