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Matrimonios

12 poemas inspiradores para matrimonio

Leer poemas para matrimonio en un momento clave de la ceremonia es una forma perfecta de compartir con amor las palabras que describen los sentimientos.

Beso de recién casados en la salida de la ceremonia de boda

La poesía es la expresión de lo que cada ser lleva dentro, una herramienta para comprender mejor el mundo, que pone en palabras las emociones y el pensamiento; por ello, elegir uno de los poemas para matrimonio que puedan leer en la ceremonia es una buena decisión que seguro logrará propiciar un momento romántico e inolvidable. En la siguiente inspiración encontrarán poemas de esposos tanto para bodas religiosas como para matrimonios cristianos y más.

Poemas para recitar en una boda: alianzas de amor en pareja

Decidan en qué parte de la ceremonia desean hacerlo, eso sí, teniendo en cuenta el rito por el cual se casarán porque si su intención es elegir poemas para bodas religiosas, deberán consultar con el sacerdote de la iglesia cuál es el mejor momento para recitarlo. Quizás una buena ocasión es leerlo antes del intercambio de sus argollas. Sea cual sea su elección, en esta primera parte encontrarán un poema para matrimonio de Benedetti y otros escritores de la literatura universal.

1. Hagamos un trato, de Mario Benedetti

Si alguna vez adviertes
que te miro a los ojos
y un veto de amor
reconoces en los míos,
no pienses que deliro,
piensa simplemente
que puedes contar conmigo.

Si otras veces
me encuentras huraño, sin motivo,
no pienses que es flojera,
igual puedes contar conmigo.

Pero hagamos un trato:
yo quisiera contar contigo,
es tan lindo saber que existes,
uno se siente vivo.

Y cuando digo esto,
no es para que vengas
corriendo en mi auxilio
sino para que sepas
que tú siempre puedes contar conmigo.

2. Cartas a Claudia, de Jorge Bucay

Quiero que me oigas sin juzgarme.
Quiero que opines sin aconsejarme.
Quiero que confíes en mí sin exigirme.
Quiero que me ayudes sin intentar decidir por mí.

Quiero que me cuides sin anularme.
Quiero que me mires sin proyectar tus cosas en mí.
Quiero que me abraces sin asfixiarme
Quiero que me animes sin empujarme.

Quiero que me sostengas sin hacerte cargo de mí.
Quiero que me protejas sin mentiras.
Quiero que me acerques sin invadirme.

Quiero que conozcas las cosas mías que más te disgusten.
Que las aceptes y no pretendas cambiarlas.
Quiero que sepas... que hoy puedes contar conmigo...
Sin condiciones...

3. Amo, amas, de Rubén Darío

Amar, amar, amar, amar siempre, con todo
el ser y con la tierra y con el cielo,
con lo claro del sol y lo oscuro del lodo;
amar por toda ciencia y amar por todo anhelo.

Y cuando la montaña de la vida
nos sea dura y larga y alta y llena de abismos,
amar la inmensidad que es de amor encendida
¡y arder en la fusión de nuestros pechos mismos!

4. Del matrimonio, de Khalil Gibran

Nacisteis juntos y juntos permaneceréis para siempre.
Aunque las blancas alas de la muerte dispersen vuestros días.
Juntos estaréis en la memoria silenciosa de Dios.
Más dejad que en vuestra unión crezcan los espacios.
Y dejad que los vientos del cielo dancen entre vosotros.

Amaos uno a otro, mas no hagáis del amor una prisión.
Mejor es que sea un mar que se mezcla entre orillas de vuestra alma.
Llenaos mutuamente las copas, pero no bebáis solo en una.
Compartid vuestro pan, mas no comáis de la misma hogaza.
Cantad y bailad juntos, alegraos, pero que cada uno de vosotros
conserve la soledad para retirarse a ella a veces.

Hasta las cuerdas de un laúd están separadas, aunque vibren con la misma música.
Ofreced vuestro corazón, pero no para que se adueñen de él.
Porque sólo la mano de la Vida puede contener vuestros corazones.
Y permaneced juntos, más no demasiado juntos.
Porque los pilares sostienen el templo, pero están separados.
Y ni el roble ni el ciprés crecen el uno a la sombra del otro.

Poemas para bodas cortos sobre lo bien que se siente amar

Yura Bedoya

Los siguientes autores se inspiraron en las sensaciones que les produjo el amor, que pueden ser muy parecidas a las que ustedes están viviendo en el presente; seleccionen alguno de estos poemas sobre el matrimonio cortos para que cultiven el fuego que existe entre ambos durante la celebración o la recepción.

5. Tus ojos, de Octavio Paz

Tus ojos son la patria del relámpago y de la lágrima,
silencio que habla,
tempestades sin viento, mar sin olas,
pájaros presos, doradas fieras adormecidas,
topacios impíos como la verdad,
otoño en un claro del bosque en donde la luz canta en el hombro de un árbol y son pájaros todas las hojas,
playa que la mañana encuentra constelada de ojos,
cesta de frutos de fuego,
mentira que alimenta,
espejos de este mundo, puertas del más allá,
pulsación tranquila del mar a mediodía,
absoluto que parpadea,
páramo.

6. Deseo, de Federico García Lorca

Solo tu corazón caliente,
y nada más.
Mi paraíso un campo
sin ruiseñor ni liras,
con un río discreto
y una fuentecilla.

Sin la espuela del viento
sobre la fronda, ni la estrella que
quiere ser hoja.
Una enorme luz que fuera
luciérnaga de otra,
en un campo de miradas rotas.

Un reposo claro y allí nuestros besos,
lunares sonoros del eco,
se abrirían muy lejos.
Y tu corazón caliente, nada más.

7. Podrá nublarse el sol eternamente, de Gustavo Adolfo Bécquer

Podrá nublarse el sol eternamente;
podrá secarse en un instante el mar;
podrá romperse el eje de la tierra
como un débil cristal.
¡Todo sucederá!
Podrá la muerte cubrirme con su fúnebre crespón;
pero jamás en mí podrá apagarse
la llama de tu amor.

8. Táctica y estrategia, de Mario Benedetti

Mi táctica es mirarte
aprender cómo eres
quererte cómo eres
mi táctica es hablarte
y escucharte construir con palabras
un puente indestructible
mi táctica es quedarme en tu recuerdo
no sé cómo ni sé con qué pretexto
pero quedarme en ti
mi táctica es ser franca
y saber que eres franco
y que no nos vendamos simulacros
para que entre los dos no haya telón
ni abismos
mi estrategia es en cambio
más profunda y más simple
mi estrategia es que un día cualquiera
no sé cómo ni sé con qué pretexto
por fin me necesites.

Poemas para un matrimonio feliz: declaratorias de amor

Bodas Films

Son muchas las formas de expresar el amor hacia la pareja, si aún ninguno de los poemas sobre el matrimonio de la lista los ha convencido, quizás en esta última parte lo encuentren. Elijan uno que describa la gratitud por su presencia en sus respectivas vidas y aprovechen el final de la ceremonia para dedicarlo.

9. Bendito sea el año, de Petrarca

Bendito sea el año, el punto, el día,
la estación, el lugar, el mes, la hora
y el país, en el cual su encantadora
mirada encadenose al alma mía.

Bendita la dulcísima porfía
de entregarme a ese amor que en mi alma mora,
y el arco y las saetas, de que ahora
las llagas siento abiertas todavía.

Benditas las palabras con que canto
el nombre de mi amada; y mi tormento,
mis ansias, mis suspiros y mi llanto.
Y benditos mis versos y mi arte
pues la ensalzan, y, en fin, mi pensamiento,
puesto que ella tan sólo lo comparte.

10. Quien alumbra, de Alejandra Pizarnik

Cuando me miras
mis ojos son llaves,
el muro tiene secretos,
mi temor palabras, poemas.
Solo tú haces de mi memoria
una viajera fascinada,
un fuego incesante.

11. Amor, de Gustavo Adolfo Bécquer

El amor es la vida, y la vida es amor;
engendra la locura y abre paso al delirio;
purgatorio de goces y cielo de martirio;
su dolor es tan fuerte, que su dicha es dolor.

Va abriendo paraísos y cerrando ataúdes;
con puñales y flores hace ramos dorados...
Es el mayor pecado de todos los pecados,
y la virtud más grande de todas las virtudes.

El amor es el perfume, y el néctar, y es veneno;
es camino de rosas y es camino de cieno;
es un rayo de luna besando un corazón...
Es débil como un niño, como un Hércules fuerte;
el amor es la flecha que nos causa la muerte
y tiene el privilegio de la resurrección.

12. A veces, de Nicolás Guillén

A veces tengo ganas de ser cursi
para decir: La amo a usted con locura.

A veces tengo ganas de ser tonto
para gritar: ¡La quiero tanto!
A veces tengo ganas de ser niño
para llorar acurrucado en su seno.

A veces tengo ganas de estar muerto
para sentir,
bajo la tierra húmeda de mis jugos,
que me crece una flor
rompiéndome el pecho,
una flor, y decir:
Esta flor, para usted.

Poema  El arte del matrimonio, de Wilfred Arlan Peterson

En esta inspiración extra de la lista de poemas para bodas, se encuentra El arte del matrimonioThe Art Of Marriage, el cual desde la publicación por su autor estadounidense Wilfred Peterson, se ha popularizado en las ceremonias de ese país. 

La felicidad en el matrimonio no es algo que simplemente sucede.
Un buen matrimonio debe ser creado.

En el matrimonio las cosas pequeñas son las cosas grandes.
Nunca se es demasiado viejo para tomarse de la mano.
Es recordar decir “te quiero” al menos una vez al día.

En el matrimonio nunca se va a dormir enojado.
No es en ningún momento dar por sentado al otro;
el noviazgo no debe terminar con la luna de miel, debe continuar a través de los años.

Es tener un sentido mutuo de valores y objetivos comunes. Es pararse juntos encarando al mundo.
Es formar un círculo de amor que reúne a toda la familia.

Es hacer las cosas los unos por los otros, no en actitud de deber o de sacrificio, sino con espíritu de alegría.
Es decir palabras de aprecio y demostrar gratitud de manera reflexiva.
No es buscar la perfección el uno en el otro.

Es cultivar la flexibilidad, la paciencia, la comprensión y el sentido del humor.
Es tener la capacidad de perdonar y olvidar.

Es dar una atmósfera en la que cada uno pueda envejecer.
Es una búsqueda común de lo bueno y lo bello.

Es establecer una relación en la que la independencia es igual, la dependencia es mutua y la obligación es recíproca.
No es solo casarse con la pareja adecuada; es ser el socio adecuado.

Es una sabia decisión poner en palabras lo que está en el corazón, bien sea que elijan uno de esta lista o que intenten plasmar en un escrito lo que sienten, viven, desean y proyectan con el ser amado, ¡será un regalo maravilloso que siempre recordarán! Tengan en cuenta que esta inspiración les puede servir si buscan también poemas para matrimonios cristianos o incluso, puede que uno de sus invitados al oírlos se anime durante el brindis a leer uno de los poemas para dedicar a los novios que existen.