Reportaje “Day After” de Sara y Simone

Preparar el gran día implica horas de planeación, atención en los detalles, pruebas de vestuario, maquillaje, banquete y una lista interminable de pendientes, que hacen que la pareja llegue a su camino al altar feliz y exhausta.

Durante la boda, los novios tienen una agenda marcada por la ceremonia, la recepción, el brindis, apenas queda tiempo para tomar las fotografías que marca el protocolo con los familiares y amigos. Pero encontrar un momento tranquilo en medio de la celebración para las tomas de los novios es casi imposible.

Por esto Immagine Photography y Ernst Merkhofer proponen un Day After. Una sesión de fotografía un día después, en la cual los recién casado podrán elegir locaciones, posar y tener esas fotos de sueño con tranquilidad, tiempo y sin invitados.

Sara y Simone decidieron darle vida a este deseo 3 años después de su matrimonio. Luego de casarse en Arezzo, las colinas de Siena fueron el telón de fondo para su reportaje de amor, que deja ver que luego de 3 años sigue tan vivo, fuerte y contagioso como el día de su boda. “El afecto que une a esta pareja se siente en el aire. Sus fotografías inmortalizan este gran amor que perdura en el tiempo!” comentaron los fotógrafos.

Sin el protocolo de la boda y el afán y la ansiedad de ese día, los novios lograron disfrutar del paisaje, vivir una sesión romántica y divertirse. El hermoso paisaje, la novia con su velo en la cara, los contrastes con blanco y negro y color. La pareja tomada de la mano caminando tranquila y sin afanes. Las imágenes de Sara y Simone hablan por ellas mismas y hacen sentir que el tiempo se detiene.

Las fotografías Day After ofrecen muchísimas posibilidades. Los novios pueden elegir una locación significativa para ellos, sin importar si es dentro de la ciudad, en sus afueras o incluso en una ciudad distinta a la que viven o en la que realizaron la ceremonia.

Es una sesión en la que se tiene el tiempo para acomodar el vestido, buscar el mejor ángulo y da al fotógrafo la posibilidad de experimentar con diferentes enfoques y ajustes de luz. Entre la pareja y el equipo pueden definir poses románticas y encontrar otras más divertidas para que todo se convierta en un juego donde estén presentes la compinchería y la magia.