Buenas, buenas hermosas
La noche antes y el día del matrimonio es normal que se encuentren un poco sensibles, irritables o nerviosas, así que les dejo una serie de consejitos que las ayudarán a resolver cualquier imprevisto y puedan disfrutar este lindo momento como debe ser...
¿Ya habías pensado en alguno de estos?
La noche anterior...
✔️ Deja en el carro que te va llevar a la ceremonia, las argollas, las arras, tus zapatos de cambio, el kit de emergencia y la liga...
✔️ Deja lista tu ropa interior, sin etiquetas y/o alfileres, la bata de baño y las chancletas. Déjalo todo en el mismo lugar y que lo vean apenas te despiertes.
✔️ No cenes mucho y vete a dormir lo más temprano que puedas
El día del matrimonio...
✔️ Al despertar abraza a cada miembro de tu familia y agradece el momento que estas viviendo
✔️ Date un buen baño. Prográmate para que sea un baño prolongado que te permita relajarte
✔️ Desayuna nutritivamente. Es el día de tu matrimonio, andarás de un lado a otro sin probar bocado por un buen rato; un buen desayuno te dará energía para la larga jornada y evitará que te pongas de mal humor porque te dio hambre a media misa o a media sesión de fotos.
✔️ Prográmate para gozar el día venga lo que venga. Confía en tus proveedores, son profesionales que sabrán resolver cualquier imprevisto.
✔️ Sé amable y atenta con todos tus prestadores de servicios. No olvides las palabras mágicas: “Por favor” y “Gracias”.
✔️ Comienza a vestirte con tiempo suficiente para hacerlo perfecto.
✔️ Aplica el desodorante antitranspirante y dale tiempo a que seque para que no vaya a manchar a tu vestido.
✔️ Ponerte el vestido de abajo hacia arriba evitará que se ensucie con el maquillaje.
✔️ Pasos lentos camino al altar y ¡sonríe! No hay novia más fea que la que se percibe angustiada o molesta.
¡Recuerda que tú eres el centro de las miradas, no pierdas nunca la elegancia, la distinción y la dulzura!