El matrimonio de Jeison y Paula en Montenegro, Quindío

La crónica de nuestro matrimonio

Ese día tuvimos una paz inexplicable y curiosamente a ninguno nos dio nervios en ningún momento. Siempre hubo imprevistos o situaciones que no se previeron, pero nada nos quitó esa paz y felicidad, no nos cambiamos por nadie.

Fue un día maravilloso. Nos casamos a las 3 de la tarde en San Martín de Porres en La Tebaida, un lugar tan acogedor, que sentimos el amor y la presencia de Dios. El Padre nos regaló unas palabras tan conmovedoras durante la ceremonia que nos llegaron al corazón a todos. Aunque la lluvia nos jugó algunas pasadas y los imprevistos nos impidieron aprovechar el exterior para las fotos, la recepción fue simplemente preciosa, rodeados de nuestros seres queridos. La comida estaba deliciosa y ver a todos disfrutando fue lo mejor. Bailamos como nunca, nos reímos y, en resumen, fue el mejor día de nuestras vidas. Siempre recordaremos esa noche, llena de amor y momentos hermosos que quedaron grabados en nuestro corazón.

Cositas que si me hubiera gustado que fueran diferente, el vestido no alcancé a probármelo en su totalidad antes de la boda y aun así que lo mandé hacer con mucho tiempo de anticipación... las mangas me quedaron más cortas y eran muy incómodas, se soltaban a cada rato. El vestido no se pudo recoger por el peso, se reventaron los botones y tuve mil versiones del mismo vestido en la noche, aun así la cola del vestido sirvió para hacer el limbo ja, ja, ja.