GHL Relax Hotel Sunrise

Fue excelente mi boda allí, todo el servicio, la atención del Sr. Jaime Meza, el contacto con la Sra Diva, la calidad de la comida, los meseros super amables, todo fue muy bueno, solo tengo una cosa por decir. Deberían cumplir estrictamente con el ingreso de las personas al hotel, que se envían en un listado previamente, ya que a mí me llegaron 4 personas adicionales que no invité, que acompañaban a 1 de los invitados de mi esposo y eso me pareció de muy mal gusto porque tocó correr a buscar luego 4 platos adicionales. Aparte que también tocó asumir el costo de ellos y ya no estaban en mi presupuesto. Traté de no dejarme desestabilizar en ese momento porque era mi día, pero si me dio mucho mal genio la situación.
Si envíe un listado de 35 personas con nombre propio y hasta documento de identidad, esas eran las únicas que debieron permitir ingresar, ya que después de estar adentro no las iba a echar.
Del resto todo maravilloso, fue mi boda soñada, super recomendado este sitio.

Siempre muy atentos a atender nuestros requerimientos, todo salió según lo habíamos planeado, la atención, la decoración, el brindis, el buffet, el violinista, y el mejor de todos el Maestro de Ceremonia, superando inclusive toda expectativa. El personal muy amable, vinculados con el evento. Todos ayudaron para que ese día fuera perfecto.

La fiesta en el hotel Sunrise el día de nuestro matrimonio fue de ensueño. Lo organizadores del evento estuvieron siempre dispuestos a ayudarnos en todo lo que necesitáramos, la decoración fue hermosa, el servicio excelente, la comida deliciosa. Si quieren una boda soñada en la playa les recomendamos San Andrés en el hotel Sunrise. Muchas gracias.

Sin duda el GHL fue nuestra mejor decisión, el lugar es bellísimo, te dan ganas de quedarte a vivir allí. Fueron muy atentos con nosotros en el hotel, ingresamos antes del Check in y no hubo problema, nos dieron una suite gigante y con vista al mar, todo un sueño, cada espacio que nos facilitaron fue perfecto, el muelle estuvo decorado en el momento indicado, el solarium estaba más que listo y la taberna fue lo máximo.
La comida, ni se diga, deliciosa, además como llegaron un par de personas extra, acomodaron las porciones para todos y todo el mundo pudo comer mucho. El licor y la atención a la hora de servir fue excelente, el jefe de meseros es un amor y fue el más servicial.
No podemos quejarnos de su atención el día del evento, realmente el lugar es soñado, lo único que juega en contra es que solo se permiten fiestas hasta las 11 pm, pero esta la opción de trasladarse al Melon Kiss para continuar la fiesta, es una gran opción. ¡Ah! Es importante que adquieran una plancha a vapor ara la lavandería para planchar los vestidos de novias. Estoy muy agradecida con Lorena Morales, Dion O'neill, Juan Manuel Mora, todos los que colaboraron para hacer este sueño realidad. Recomendadisimo el GHL.