El matrimonio de Yesid y Mercy en Chía, Cundinamarca
En el campo Verano Rosado 2 profesionales
Y&M
15 Ene, 2021La crónica de nuestro matrimonio
Hola,
Les queremos compartir nuestra experiencia. Desde el inicio de la planeación de nuestra boda siempre contemplamos la característica de que tendría que ser muy familiar, pero queríamos que fuera linda y especial, solamente con las personas más cercanas.
Planeamos casarnos el 17 de enero, pero luego de las festividades de diciembre (Navidad, Año Nuevo, etc.) llegó el segundo pico de la pandemia a Bogotá, lo que hizo que nuestros planes pudieran cambiar. Habíamos dejado muy en claro al organizador de la boda que los planes podían cambiar, y eso nos salvó de sobrecostos.
El 17 era un domingo, pero una semana antes la alcaldía ordenó medidas demasiado restrictivas: cuarentena, pico y cédula. Mejor dicho, era prácticamente imposible poder realizar un evento con esas medidas. Adicional que era demasiado probable que para el fin de semana de nuestro matrimonio también las pusieran. Esa semana estábamos muy a la expectativa, tratando de mantener la fe y el ánimo que íbamos a lograrlo, pero el miércoles 13 de enero anunciaron lo que tanto temíamos. No íbamos a poder realizar nuestro matrimonio como lo habíamos planeado durante seis meses, no sabíamos qué íbamos a hacer. Apenas escuchamos la noticia lloramos, nos frustramos, adicional que todo el mundo empezó a llamarnos y escribirnos haciendo que todo fuera aún más difícil de asimilar.
Seguir leyendo »Pero, para entender todo el contexto es importante mencionar que por muchas causas no podíamos posponer nuestro matrimonio, si lo hacíamos prácticamente nos tocaba esperar un año más para poderlo realizar ya que los dos estudiamos, ya habíamos pedido las vacaciones en nuestros trabajos y estas ya no se podían cancelar ni modificar, teníamos los vuelos a dos ciudades diferentes y los hoteles reservados, adicional el tema de los vestidos y otras tantas cosas hacían que todo fuera una bola de nieve en la que solo queríamos que hubiera sido un sueño.
El caso es que esperamos unas horas, y siendo las 8 de la noche sentimos que Dios abrió una puerta, se nos ocurrió ya no posponer la boda sino adelantarla, parecía una locura imposible de alcanzar, era realizar nuestro matrimonio el viernes antes de que empezaran a regir las medidas.
Esa misma noche empezamos a pensar en todo lo que teníamos que hacer para modificar la fecha, hablamos con el organizador del evento, él nos expuso los riesgos y todo lo que podía pasar, pero dijimos: ¡Sí, hagámoslo! Iniciaron los 3 días más largos de nuestras vidas. Cambiar los proveedores, las fechas de entrega de los vestidos, mis padres tenían que viajar desde su casa hasta la ciudad, avisar a todos los invitados. En fin, no se imaginan la cantidad de cosas que nacieron. El jueves Yesid tuvo que realizar el trasteo de todas sus cosas. No sé cómo lo logró, mientras yo iba a hacer las comprar que faltaban y recoger los vestidos. Ese mismo jueves no sabían quien me peinaría, maquillaría y arreglaría mis uñas, solo sabía que Dios se iba a encargar de todo y así fue. En la noche pude contactar a una señora que llegó el viernes en la mañana a arreglarme, todo en medio del caos de un trasteo y de la llegada de mis padres. Tampoco sabíamos cómo íbamos a llegar al lugar ya que no se permitía movilizarse sino solamente para cosas esenciales. Finalmente tuvimos que llegar en taxi y nuestros familiares en transporte público.
¡Ah! Otro tema… pasamos de 30 invitados a 20, ya que era un viernes y muchos tenían que trabajar, incluidos nosotros, que logramos obtener el permiso en cada uno de nuestros trabajos. También logramos conseguir que el pastor hiciera tiempo y pudiera casarnos el viernes.
Nuestra boda estaba programada para realizarse aprox. a las 5 de la tarde y nos tocó pasarla a la 1 pm, eso fue otro golpe.
Se llegó el día, esa noche prácticamente no dormimos tratando de cuadrar todo. El viernes muy temprano a alistarnos y conseguir transporte. Todos logramos llegar al lugar del evento sin percances, estaba haciendo demasiado sol, yo tuve que irme sin el vestido ya que si la policía nos paraba en el camino me delataría.
Allá casi todos llegamos a arreglarnos, y a la 1:30 inició nuestro gran momento. No habían llegado todos los invitados, pero decidimos iniciar ya que debíamos terminar antes de las 6 de la tarde. Solo sé que en el momento que empezó a sonar la música supe que todo había valido la pena, que todo quedaba atrás y simplemente lo habíamos logrado, fue una ceremonia muy linda, llena de amor y felicidad, realizamos sesión de fotos, la recepción, el baile de los novios y ya, fue sencillo pero inició nuestro caminar juntos.
Llegó el momento de partir a nuestra casa, ya que teníamos separado el hotel para la noche de bodas, pero para el domingo y no pudimos modificar la fecha, así que nuestro primer gran día de casados nos la pasamos ordenando el trasteo y las maletas del viaje, estábamos demasiado cansados pero estábamos a punto de iniciar dos hermosas semanas de viaje a lugares paradisiacos que nos hicieron olvidar todo el estrés vivido días antes. En conclusión, fue difícil pero lo logramos, cada lágrima fue recompensada y ahora vivimos felices y amándonos cada día más.
Me devuelvo un poco a la etapa de la planeación, fue una etapa también muy bonita, de soñar y ver milagros que se iban haciendo, de entre los dos ver cada detalle y tomar decisiones de cómo queríamos las cosas. En esta etapa decidimos que solamente íbamos a elegir cosas que quisiéramos. No permitimos que nadie decidiera por nosotros ni que nadie interfiriera. Sí recibimos consejos, algunos los tomamos y otros no y creo que por eso quedamos tan satisfechos, porque fuimos nosotros mismos los que elegimos todo.
Ya cuando llegamos al domingo, donde se supone que iba a ser nuestra boda tuvimos descanso, sabíamos que podríamos iniciar el viaje sin problemas, obvio con incertidumbre de lo que podría pasar en cada ciudad a donde íbamos, pero finalmente lo pasamos mejor de lo que imaginamos. Regresamos de nuestra luna de miel y terminamos de ordenar algunas cosas de la casa, hicimos algunas compras y empezamos una nueva rutina con una nueva perspectiva de la vida.
Creo que lo más lindo del proceso fue ver como las personas que nos aman y que amamos se alegraron con nosotros y nos apoyaron en todo.
Y este es un pequeño resumen de nuestra experiencia. Como aprendizaje les dejamos: no se rindan ni escuchen a personas que no traen fe ni positivismo, siempre las vas a tener en el camino pero la decisión de lo que pasará es tuya. Confía en Dios y en tus sueños y se harán realidad, solo hay que ser fuertes y seguir sin importar las circunstancias. No dejes que una pandemia te marque más que tu fuerza de seguir.
¡Un abrazo!
Servicios y Profesionales del Matrimonio de Yesid y Mercy


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