El matrimonio de Torres y Angela en Bogotá, Bogotá DC

La crónica de nuestro matrimonio

Fue un día lleno de magia, Dios tenía cada detalle preparado y así nos lo hizo saber, desde muy temprano salimos para el hotel junto con mi hermana mayor y mi hija quien iban estar conmigo mientras me arreglaban para mi gran día, iniciamos como a las 10 am con unos masajes relajantes, hacia la 1 pm iniciaron con mi maquillaje, supe que a esta hora llegó mi esposo también al hotel quien se encargó junto con mi hermana con algunos detalles de la decoración que hacían falta, mi esposo organizó a mi hijo y él junto a toda su familia.

En todo el día no tuvimos contacto, pero los nervios nos tenían conectados, la ceremonia estaba programada para las 4 de la tarde, pero justo cuando se debía hacer lo del peinado todo se retrasó, las cosas no empezaron a salir bien, los invitados empezaron a llegar y yo nada que estaba lista, finalmente la ceremonia inició a las 5:30, el notario ya estaba listo para iniciar, la entrada al salón de la ceremonia era maravillosa, perfecta tal cual como la había soñado con flores, en la corte iban mis dos hijos y mis sobrinos y yo con mis dos padres, me sentía muy feliz, y esta felicidad me causaba nervios. Estando en la ceremonia recordé que había olvidado mis votos y pues fue aún más hermoso por que los dos nos dijimos cosas que nos salieron del corazón, al terminar la ceremonia nuestros invitados tendrían un coctel de bienvenida mientras nosotros tendríamos nuestra sesión de fotos, cuando llegamos al salón todos nuestros invitados estaban listos para recibirnos, recibimos palabras enriquecedora, las cuales pienso que nos han servido en este año de casados, hoy que analizó luego de un año de matrimonio pienso que nunca me equivoqué al elegirlo a él como mi esposo, y que Dios nos ha llevado de su mano, para hacer un hogar lleno de amor, respeto y paciencia.