El matrimonio de Santiago y Natalia en Cartagena, Bolívar
En la playa Verano Blanco 0 profesionales
S&N
07 May, 2016La crónica de nuestro matrimonio
Lo que dicen que es un día estresante, pues es cierto; así tengas el mejor equipo del mundo y aunque todos te digan que te calmes igual te vas a estresar y la verdad me encantó estresarme porque eso me hizo darme cuenta que había llegado nuestro gran día, mi gran día.
Por más que duramos un año organizando la boda y quería que todo fuera perfecto, sabía que eso no iba a pasar pero no podía entristecerme ni dejar que un tropiezo por grande que fuera me amargara el día, claro está, siempre y cuando el novio llegara. Lo cierto es que estaba más sensible que de costumbre y por todo lloraba.
Cuando comenzaron a maquillarme y a peinarme sentí que esto había empezado pero si les soy sincera cuando me puse el vestido, ahí, fue ahí, cuando sentí lo que todas dicen sentir: no podía respirar, me temblaban las piernas, pensé que el vestido me estaba asfixiando, quise llorar, reír, correr pero todo pasó cuando vi a mi papá esperándome para irnos a la iglesia.
El camino de 3 cuadras de la casa a la iglesia fue eterno aparte que había un tráfico vehicular terrible y un sol inclemente pero yo iba feliz, mi papá iba feliz y los turistas de la ciudad amurallada estaban también felices tomándome fotos, fui una celebridad por unos minutos.
Seguir leyendo »En medio de mi emoción pensé que esos nervios solo los iba a sentir cuando me pusieran el vestido, pues no, resulta que al llegar a la iglesia y bajarme del carro me dio algo parecido solo que elevado a la enésima potencia. No sé cómo describir lo que sentí cuando las puertas de la iglesia se abrieron, la marcha nupcial empezó a sonar, el tenor comenzó a cantar, la corte caminaba y vi a mi Santi en el altar.
La verdad es que solo caminaba o mejor dicho mi papá me llevaba y yo me mordía la boca para no llorar de felicidad. Eso sí, me di cuenta en menos de 1 minuto de todo y todos, reparé la decoración, la alfombra blanca y no roja (como la pedí), los invitados, los pajesitos (que no llegó el niño de las argollas). Nada se me escapó.
Todo en la ceremonia iba perfecto y de repente llegó la tercera prueba de obstáculos, una manifestación afuera de la iglesia que no dejaba escuchar lo que el sacerdote estaba diciendo; mi reacción no fue otra que reí, que más podría hacer si no reír porque si lloraba mi maquillaje se dañaba.
La ceremonia católica terminó y a la salida de la iglesia nos estaba esperando un grupo de mulatas y tamboreros para acompañarnos en el recorrido al vehículo que nos llevaría al club. Este fue mi segundo momento de estrellato. Cientos de turistas filmando y fotografiando a los nuevos esposos. De camino al club no pararon las fotos y felicitaciones de los pasajeros de los carros que nos pasaban.
Una vez llegamos al club nos recibieron con un delicioso coctel, me retocaron el maquillaje y peinado y empezamos la sesión de fotos.
Ya ubicados todos los invitados en el lugar del buffet, entramos nosotros por fin a sentarnos, estábamos agotados y eso no había empezado aún, vino el brindis, la cena, las fotos y ahora si se empezó a poner parrandera la cosa.
Todos los invitados pasaron al área de la piscina donde estaban una salas lounge, cuando de la nada comenzó a sonar nuestra canción y los volcanes iluminaron la pista de baile; ahí estábamos nosotros, felices, enamorados dándole inicio a la rumba.
Luego de eso ya todo fue baile, licor, risas, piscina, chao zapatos, chao maquillaje, chao compostura. Y si pensaron que ahí acabaría mi boda pues déjenme decirles que no, a la media noche comienza el flow San Sandresando de Juancho Style bebe bebe rematando lo que sería un matrimonio para no olvidar y ahí sí ni para que les sigo contando.
Solo puedo decir que después de Juancho, las garotas y los fritos de amanecida necesitaba mi pijama, mi camita a mi esposo y mis gatos.
¡No fue un día perfecto pero fue el mejor!
Otros matrimonios en Bolívar
Ver todas

Radisson Cartagena Ocean Pavillion Hotel

Radisson Cartagena Ocean Pavillion Hotel

Hilton Cartagena Hotel
Inspírate con estos matrimonios
4 comentarios
Deja tu comentario