El matrimonio de Samir y Jimena en Barbosa, Santander

La crónica de nuestro matrimonio

¡Todo perfecto, como un sueño! Los invitados y nosotros quedamos felices con la boda y la celebración. Una anécdota es que el carro no llegaba a recogerme y me puse muy nerviosa por eso, pero llegó faltando 20 minutos para las 6 pm y pasó el susto. Llegué a tiempo y mi esposo estaba esperándome pacientemente con mi suegra, eso me dio tranquilidad y me alegró el día. La sensación de nervios, ansiedad y amor es muy grande. La preocupación para que todo salga de la mejor manera y que tus invitados queden a gusto y se sientan bien atendidos es inevitable. Pero no existe nada más agradable que sentir las sonrisas, los aplausos y la compañía de las personas que más nos aprecian. En nuestro caso, los invitados viajaron de ciudades lejanas y fue muy motivante verlos, e incluso mi mejor amiga, a quien hace 7 años acompañé en su boda, hizo presencia. Todo salió muy lindo, los invitados se fueron felices, la familia de mi esposo me felicitó, y la mía ni se diga, estaban alegres tomando fotos. Gracias a Dios, fue una boda y una celebración muy bella. Mi peinado me gustó muchísimo, además me puse pestañas postizas y me sentía más alegre y femenina. El vestido, sencillo pero en las fotos quedó hermoso y mi esposo lució un traje negro con chaleco gris que le quedaba muy bien.