El matrimonio de Said y Natalia en Funza, Cundinamarca
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04 Nov, 2017La crónica de nuestro matrimonio
Hola a todos. No sé por dónde comenzar o desde que perspectiva describir este gran día. Todos dicen que en este día uno está nervioso y estresado. Pero bueno, creo que yo era diferente. Ese día estaba tranquila, tanto así que a eso de las 11 a.m. estaba decorando tortas (soy pastelera y quería darle mi toque personal a la boda). A tan sólo dos horas de la ceremonia mientras todos corrían, yo estaba tranquila y mi prometido se encontraba ansioso, yo no lo vi, pero era lo que todos decían dentro de la casa.
Después de recibir la bendición de nuestros padres, ambos estábamos listos para salir a encontrarnos y vivir uno de nuestros más grandes sueños.
Él, acompañado de sus padres y su hermano menor, y yo, acompañada de una gran mujer, mi madre, que también ha cumplido el rol de padre en mi vida, ¿quién mejor que ella para entregarme? Adelante, al comienzo de la corte tres hermosas niñas, hechas princesas (nuestras hijas). Fue un momento tan fuera de lo soñado, no sé cómo describirlo. Recuerdo estar tan nerviosa que no escuché la canción de fondo, ni quien estaba al rededor, lo que sí recuerdo es cuando él me vio y sus ojos se llenaron de lágrimas junto con una sonrisa que, igual a la mía, sólo demostraba lo feliz que nos hacíamos al estar juntos, estaba hermoso. Me tomó de su mano y caminamos juntos al altar, quería llorar, reír estaba llena de muchas emociones.
Seguir leyendo »La ceremonia fue muy emotiva, el padre describía un amor incondicional, que lucha, lo da todo, sincero, lleno de pruebas y así es nuestro amor. Luego los votos, sus palabras fueron tan emotivas y lindas que las mías se quedaron cortas. Todos lloramos cuando él no solo me juraba amor eterno, sino ser el mejor padre para nuestras hijas. Llegó el momento del beso. Un beso que dio final a la ceremonia y dio comienzo a un juntos por siempre.
Luego más palabras de nuestra familia y padrinos que también nos hicieron llorar. Todo fue muy emotivo. Además, ese sentimiento de que ¡por fin somos esposos!
Luego en medio de la lluvia y de nuestras personas favoritas y a pesar del lodo todo fue felicidad. Por último, un baile preparado por nosotras, sus cuatro princesas, algo que él no se esperaba. Él quedó atónito y con una sonrisa y un beso nos demostró cuanto nos ama.
Creo que fui la novia más feliz del mundo, un día inolvidable, uno de los días más felices de mi vida. Nada pudo estar mejor, disfrutamos de principio a fin este día. Agradezco a Dios por darme al mejor esposo, padre y hombre del mundo y le pido siempre nos llene de su amor. Al igual que a nuestra familia y amigos por acompañarnos, en especial a mi madrina, gracias por hacer que todo fuera mejor de lo que soñé. Los quiero mucho y a mi esposo, solo me queda decirle que cada día lucharé por hacerlo feliz y amarlo más y que es lo mejor que me ha pasado.
A todas gracias por tomarse el tiempo y leer mi historia.
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