El matrimonio de Robinson y Luisa en Medellín, Antioquia

Yo salí corriendo a ponerme el vestido y los zapatos, los fotógrafos comenzaron con su trabajo, capturando pequeños detalles, como el velo, el cofre de las argollas, etc. Luego me tomaron muchas fotos a mí, siguieron con mi esposo, y con los pajecitos. Y como ya mencioné queríamos fotos con nuestros gatitos y ellos son muy nerviosos con personas desconocidas y yo cogí la gata y mi esposo el gato, y la gata se me iba a escapar y me araño el pecho y me hizo hacer un movimiento brusco y el vestido sonó, eran unos hilos reventándose... Dios, no se imaginan el susto que sentí en ese momento, pero afortunadamente no pasó nada. Nos tomaron las fotos que soñábamos con nuestros mininos.

A las 12:20 pm mi esposo salió para el salón de eventos y yo me quedé en la casa muerta del susto esperando que llegara el carro por mí. A las 12:50 yo salí en el carro con mis padres y los pajecitos. Llamamos a mi esposo para ver cómo iban las cosas en el salón y resulta que no habían llegado todos los invitados, entonces nos tocó quedarnos estacionados 15 minutos. Pasados los 15 minutos seguimos el camino y cuando llegué al salón mi corazón latía muy rápido, vi como estaba de hermosa la fachada y escucho de fondo la marcha nupcial. Agarré con mi mano derecha el brazo de mi padre y con la izquierda el brazo de mi madre, delante de nosotros iban los pajecitos y entramos al salón.

Yo estaba muy nerviosa y vi muchos flash de cámaras encima de nosotros y procuré no mirar fijamente a nadie sino mirar al fondo, ahí estaba mi esposo con sus padres, en un punto nos encontramos las 2 familias, nos saludamos y cruzamos palabras muy bonitas que por los nervios no recuerdo muy bien, pero a mis padres se les entrecortaba la voz diciéndole a mi esposo que le estaban entregando el tesoro más preciado de ellos ya que soy hija única, que me cuidara y me valorara mucho porque era una gran mujer que me merecía las mejores cosas, y justo ahí mi padre le entrego mi mano a mi esposo y yo me agarre de él. Seguimos nuestra marcha al fondo del salón y saludamos a la señora notaria (fue un matrimonio civil) ella nos dijo todas las palabras de protocolo. Pasaron 20 minutos y firmamos las actas matrimoniales, y proseguimos con el beso, fue un momento hermoso, me sentía la mujer más feliz del mundo.

Los fotógrafos comenzaron a capturar cada momento, nos dirigimos a hacer un brindis por la nueva familia y seguido de eso fueron muchas fotos. Nos llamaron a la pista y un primo de mi esposo nos cantó una canción llamada "Llegaste tú”. Ahí fue mi primera llorada ya que mi esposo me dedicó la canción, y luego mis padres me dedicaron "Ha llegado un ángel" y esa canción toda la vida me la habían cantado desde que yo estaba pequeña y fue mi segunda llorada.

Luego fue nuestro primer baile como esposos, bailamos "Esposa mía" y otra llorada, terminamos de bailar y almorzamos una comida deliciosísima. Cuando terminamos fuimos mesa por mesa a saludar y agradecer a todos nuestros familiares y amigos, comimos bizcocho y fotos y más fotos con todos nuestros invitados y en diferentes lugares del salón.

Comenzó la hora loca y bailamos y nos divertimos mucho, rifamos mi yugo y se lo ganó una vecina de nosotros, nos reímos muchísimo. Ya después de pasar esto se acercaba la hora de irnos y fui al segundo piso a cambiarme el vestido por otro y tomaron más fotos y ya nos despedimos de todas las personas y estábamos completamente felices. Mi padre invitó a las personas que pudieran ir a la casa de él que había un asado y la fiesta siguió allá en casa de mis padres. Habían casi 30 personas allá, y comimos carne, chorizo, arepa y más cosas.

Nuestra boda la recordamos como un momento inolvidable lleno de mucho amor y acompañados de las personas que queremos y son importantes para nosotros. Hace ya 2 meses que fue nuestra boda y nos ha ido super bien en nuestra vida de casados, de la mano de Dios, ya planeamos tener hijos y somos muy felices.