El matrimonio de Rafael y Isabel en Sopó, Cundinamarca

La crónica de nuestro matrimonio

El 3 de junio fue mi gran día y las dos noches anteriores fueron de muchos nervios para mi por lo cual no pude dormir muy bien, sin embargo, llegó el sábado y me desperté muy temprano tipo 7 am para arreglarme y esperar a que llegará la buseta que nos iba a llevar a nosotros y a mi familia a la hacienda donde sería la recepción ya que allá seria donde nos arreglaríamos. Ese día el peluquero llegó muy tarde por lo cual salimos de Bogotá como a las 10 am. Llegamos a Sopó a las 11:30 am y empezaron a arreglar a mi mamá, mi suegra y mi hermana, mientras mi esposo estaba con mi hermano y sus amigos arreglando el carro que me llevaría a la iglesia y obvio, también buscando un televisor donde poder ver la final de la Champions, que era ese día. Yo estaba hecha un manojo de nervios y estaba haciéndome unas mascarillas y tratando de ponerme las extensiones de cabello. Estaba muy estresada porque el lugar no había puesto la decoración y ya era super tarde aunque ellos siempre me dijeron que no me preocupara que lo tenían todo bajo control, mientras los fotógrafos muy profesionales y los mejores que pude contratar llegaron a tiempo y empezaron a tomar fotos de todo, desde el arreglo de los dos hasta el más mínimo detalle. Fui la última en arreglarme y qué creen, se me hizo tarde, me casaba a las 4 pm y eran las 3:50 pm y todavía no salía de la finca hacia la iglesia del pueblo. Bueno finalmente hablé por Skype con mi abuelita que no puedo venir y ella me dio su bendición y me fui hacia la iglesia donde mi esposo me estaba esperando, en ese momento me di cuenta que todo era muy real y que mi vida estaba a punto de dar un gran cambio, estaba muy nerviosa y preocupada por que todo saliera bien. Por fin llegué y cuando entré y vi a mi esposo esperándome sentí muchas mariposas en el estómago y muchos nervios. Todo salió muy lindo, creo que mejor de lo que esperaba. Luego nos fuimos a la finca a celebrar y estaba todo perfecto tal y como lo quería. Fue mi día soñado y gracias a Dios no llovió. En la finca hicimos nuestro ritual de la ceremonia de la luz que creo que fue lo más bello y romántico que hicimos, dijimos nuestros votos y hubo muchas lágrimas. Fue un día perfecto y el más especial de nuestras vidas solo que se nos pasó volando.