El matrimonio de Pablo Andrés y Viviana en Bogotá, Bogotá DC

Cuando ya llegué a la iglesia, la tranquilidad y serenidad se fue, desde que me iba a bajar del carro el corazón se puso a mil, caminé con mi papa de brazo hasta la mitad de la iglesia y ahí estaba mi novio con su mama esperándome, él si con una sonrisa de oreja a oreja y yo con lágrimas, soy muy muy llorona, casi no le puedo colocar el azahar, mi papá tampoco fue capaz de decirle casi nada, solo le dijo me la cuida mucho y también llorando.

Después comenzó la ceremonia la cual la hizo un familiar y fue una misa muy linda, emotiva y especial pero como raro al momento de los votos matrimoniales también yo llore que llore, al terminar la misa salimos como esposos del altar, todos nos esperaban con burbujas y aplausos, salimos y el carro no estaba, tocó ir a llamarlo pero bueno llegó nos fuimos para un parque cerca hicimos tomas con el carro y luego a la recepción.

Entramos con aplausos y comenzamos a decir las palabras como raro mi esposo y el papá un discurso completo mientras que mi papá y yo si apenas dimos las gracias por la asistencia y el llanto no nos dejó.

Después comenzamos a bailar el vals la cola del vestido no la pude recoger y casi no me dejaba bailar pero ahí se pudo, comenzó la fiesta, la sesión de fotos, todos estaban muy contentos, felices, la rifa del ramo y la liga fue fenomenal para reír y recordar. La comida exquisita, mi papá estaba tan emocionado que logró convencer a la monjitas del lugar donde nos casamos permitirnos dos horas más.

Mi esposo estaba que no se cambiaba por nadie y claro yo también aunque no se me notara. Llegó la hora loca y una recocha total y bueno ya sobre las 3.00 am todo se acabó, eso sí, antes que todo mundo se fuera, un consomé que les dimos fue lo mejor para todos y ya cada uno para la casita.

No tuvimos noche de bodas pero al otro día junto con los padrinos un spa en Villa de Leyva muy muy rico, y a los tres días una luna de miel regalada por mi suegro a Cartagena. Bueno no es más mi relato. No sé, si se me quedó algo por fuera pero aquí está resumido el día tan maravillo y especial que fue mí matrimonio.