El matrimonio de Oscar y Edna en Morelia, Caquetá
En el campo Verano Azul
El 04/01/2019 106 0 0
O&E
04 Ene, 2019
La crónica de nuestro matrimonio
El 4 de enero del 2019, día inolvidable.
Este día contraje matrimonio con un hombre maravilloso. Llevábamos 14 años conociéndonos entre ellos 6 años de novios. Nuestra historia comenzó en un chat, sin saber que nos enamoraríamos, soportamos distancia ya que él vive en Colombia y yo en Canadá.
Los dos somos personas sencillas, es así como decidimos casarnos en Morelia, Caquetá. en la Iglesia de Dios Ministerial de Jesucristo Internacional. Ahí la iglesia es pequeña, algo ideal para nuestro anhelo. La ceremonia sería en Arapaima Campestre, un lugar ideal para una boda al aire libre.
El gran día:
Ese día despertamos con un poco de nervios (algo normal), nuestros familiares nos ayudaron a organizar el lugar, ya que la decoración era muy sencilla. El contratiempo que tuvimos fue confiar en el DJ el mismo que nos alquiló las mesas y sillas.
Fue mi mayor estrés, ya que salimos para la iglesia y él no había llegado.
La ceremonia fue a las 3 p.m., la cual fue muy linda y especial; después de ahí salimos para Arapaima Campestre; fuimos los primeros en salir con el fotógrafo, ya que queríamos unas fotos a la orilla del río, en la playa y otras con un caballo.
Seguir leyendo »Llegando al lugar, el DJ había llegado, a lo cual mi madre, mi hermana y otras personas acomodaron la sillas y mesas y organizaron (aún no sé en que tiempo hicieron todo eso, pero el resultado fue espectacular); la sesión de fotos en el río fue muy relajante, el fotógrafo y su equipo son muy buenos (los recomiendo).
¡Ya anochecía y debíamos regresar para empezar la recepción! El ambiente fue tal como soñado, la luces en guirnalda que rodeaban la piscina junto a unas delicadas flores en papel de blanco y azul menta, el agua de la piscina que reflejaba la iluminación y la frescura que nos ofrecía. Para empezar, hicimos el brindis, los padres de cada uno dieron unas palabras, después llego el vals y luego la cena.
Como cena, decidimos algo campestre, fue carne llanera, con papa, yuca y guacamole. Luego de eso, la torta y a bailar. Mi esposo me dio una sorpresa, la cual fue cantando y tocando guitarra una de nuestras canciones favoritas (Desvanecer de Poligamia); hicimos el juego de las preguntas, fue muy divertido y más cuando sacan tus fortalezas al aire. El famoso DJ, es cantante, así que hacía interpretaciones dando espacio de descanso a los bailarines.
El famoso momento de dar el ramo, mis chicas la verdad no se pelearon por él, ¡ya que lo tire tan duro y alto que pego en el techo y cayo a los pies de una de ellas! Ya a eso de la media noche, hicimos la famosa hora loca, tomando fotos, dando accesorios, como anillos, cadenas de pepitas, y sombreros a los invitados. Como a las 2 a.m. los recién casados se retiraron.
Sin importar los inconvenientes, nuestra boda fue hermosa. Sencilla y acompañados de las personas más allegadas, esas que están ahí para ti en cualquier momento, esas que te apoyan, que te brindan un vaso de agua o un plato de comida. Esas que saben de tus esfuerzos y momentos vividos. Esas personas que te llenan de buena energía. Siempre pensamos en eso mientras hacíamos la lista de invitados, y con orgullo puedo decir que mis invitados fueron muy bien escogidos.
Feliz de compartir con ustedes mi gran día.
Edna.
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