El matrimonio de Nelson Yair y Natalia en Bogotá, Bogotá DC
Vintage Invierno Rojo
N&N
11 Jun, 2017La crónica de nuestro matrimonio
Nos casamos el 07 de junio en la notaría 48. La ceremonia civil fue muy bonita pues empezaba explicando el significado de la unión, proseguían los votos y finalmente la firma. Nos casamos por la iglesia el 11 de junio.
El día empezó muy temprano. En la mañana mi suegra fue quien me arregló para el gran día porque tiene salón de belleza; empezó con exfoliación, luego un masaje y finalmente el peinado.
Mi vestido me encantó. Fue un alquiler estrene y este tenía una capa y no usé velo. Usé unos zapatos bajos y muy pocos accesorios. Me casé a las 2:00 pm y la reunión fue realmente corta porque primero llovió pero yo decidí casarme con esta como testigo. Como fue en un parque público mucha gente presenció nuestra unión detrás de los árboles. Todo estaba empapado, los invitados prefirieron hacerse bajo los árboles y algunos hasta usaron las sillas como sombrilla, lo que resultó ser muy popular y chistoso.
Recuerdo que nos hicieron un arco con sillas y el sol se asomaba de vez en cuando para darnos esperanza y segundo yo sufro de epilepsia y se veía que me iba a dar un ataque, es decir, que iba a convulsionar, entonces mis familiares querían sacarme de mi propio matrimonio. Pueden creerlo, yo quería llorar, pero sólo les dije que apresuráramos todo, así que después de la ceremonia religiosa repartimos la comida y lancé el ramo, casi sin fuerzas, porque como les comento mi cuerpo estaba por colapsar. El ramo se lo ganó una tía que está intentanto volver con el exmarido, entonces mi papá me tomó por las piernas y me sacó de allí alzada ante la sugerencia de varios familiares y amigos que ya habían notado mi estado. Ya cuando estábamos un poco alejados del sitio donde se encontraban los invitados, finalmente convulsioné. Yo no recuerdo mucho de eso pero me contaron que mi papá se desbarató porque yo no podía respirar, me estaba ahogando en sus brazos. Afortunadamente él reaccionó y me giró la cara y poco a poco pude respirar entre varias personas me envolvieron en mi vestido y salieron corriendo hacia los baños del parque, quedaban muy retirados de donde hicimos la ceremonia, para cambiarme de ropa y calentarme para que asi me pudiera recuperar.
Seguir leyendo »Afortunadamente mi suegro decidió alquilar una ruta para los invitados en la que pudimos empacar las cosas e irnos porque después de eso pareció como si se cayera el cielo hasta truenos se oían; No bailé el vals ni con mi esposo ni con mi papá, no partimos el ponqué y nos olvidamos de los postres. Nunca he bailado el vals con mi papá y con mi esposo tuve la oportunidad de bailarlo en un matrimonio al que nos invitaron y pues el pastel nos los comimos los más cercanos al otro día.
Dios fue bueno conmigo porque no me lastimé durante la convulsión. Sólo estaba agotada fisicamente por los movimientos bruscos del cuerpo, así que dormí y amanecí reparada lo que fue bueno porque al otro día, es decir, el 12 de junio nos fuimos de luna de miel por cuatro días a San Andrés, fue el desquite perfecto. Hubo mucho sol y todo salió maravilloso. Monté en avión por primera vez, conocí el mar y hasta toqué una raya.
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