El matrimonio de Miguel y Tatiana en Bogotá, Bogotá DC

El matrimonio fue a las 4 de la tarde y la gente estaba citada a las 3. Yo salí del apartamento de la estilista a las 3 pensando que no iba a llegar pues una hora antes (2pm) empezó a caer un aguacero tenaz y, mi esposo a día de hoy me llamó diciendo que salía del apartamento a las 12 y eran las 3 y no había llegado al sitio porque estaba todo trancado, y no había quién recibiera a los invitados.

Cuando mi madre me vió vestida y arreglada se le aguaron los ojos y pienso que fué uno de los momentos más emotivos de todos, recibir su bendición. Pero bueno, una vez listos salimos a falta de un carro tuve dos carros en caravana abriendo vía para que yo llegara, el del fotógrafo y el carro de la novia. Faltando 20 minutos para las 4 me llama mi novio y me dice que está lejos y que llame al pastor pues esta perdido y que ademas dos dias antes lo habían operado de los ojos que él iba a casarnos por que nos quería muchísimo pero que no se quedaba a la reunión, asi que llamó al pastor y resultó que era el carro que iba detras mio, asi que ahora eran tres carros.

Una vez llegamos al sitio me tocó quedarme dentro del carro pues el novio llegó tarde y algunos invitados igual (el clima estaba tenaz). El novio llego por fin y la ceremonia empezó a las 4:10. Me bajé del carro en medio del aguacero y me entero que los padrinos y la pajecita no habían llegado pero el pastor no podía esperar, asi que buscamos una de las niñas invitadas y ella fué mi pajecita, la escogida llegó tarde y llevó las argollas al altar.

Fué el mejor día de mi vida. Mi hermano me entregó en el altar y cuando empezó la ceremonia, paró de llover y se abrió el cielo y fué hermoso (les cuento que mi hermano se paró sobre la cola del vestido luego de entregarme y casi me hace caer, fué muy chistoso). Cuando nos pusimos las argollas fue una sorpresa por que nunca las habiamos visto.

Luego ya vino la recepción y todo fué mejor de lo que había soñado. También fué una sorpresa porque nosotros no habíamos visto nada de la decoración pues el sitio estuvo en remodelación hasta días antes del matrimonio. Asi que la prueba que habíamos hecho fué de solo la comida.

Pero hoy sé que fuimos bendecidos en todo por el Señor y que nos acompañó en todo. Hasta nos regalaron la luna de miel, porque no ibamos a viajar por presupuesto. Tuvimos un hotel exclusivo para nosotros y fué genial. Hoy puedo decir que soy la mujer más feliz del mundo con el esposo que Dios me regaló.