El matrimonio de Michael y Karen en Chía, Cundinamarca

La crónica de nuestro matrimonio

Una noche antes nos quedamos en un hotel muy lindo con nuestros familiares más cercanos, hicimos una fogata, cada uno nos dio palabras hermosas y tuvimos un tiempo de compartir muy bonito. El centro fue una hoguera, representaba el inicio de nuestro propio hogar. Al terminar el tiempo de compartir nos dimos cuenta de que mis zapatos se habían quedado en Bogotá. Mis papás se devolvieron a la casa y ¡oh sorpresa! también se había quedado el cancán del vestido, ups (de verdad hacer la checklist y revisarla miles de veces es muy necesario).

El día de la boda lo iniciamos muy temprano, tuvimos en cuenta desayunar bien para aguantar el ritmo del día. No nos vimos ni hablamos durante toda la mañana. Nuestras familias estaban reunidas en el mismo lugar y fue muy especial compartir con todos. Teníamos un poco de susto porque en el lugar donde nos casamos (Chía, Cundinamarca) en junio del 2024 estaba lloviendo mucho, antes de la ceremonia llovió y tuvieron que secar las sillas varias veces, pero minutos antes de que entráramos al altar ¡Dios hizo un milagro! Literalmente abrió los cielos, el resplandor del sol fue muestra de su amor y fidelidad, fue papá Dios diciéndonos: "Mi presencia está aquí, los amo".