El matrimonio de Mau y May en Barranquilla, Atlántico

La Iglesia estaba llena, como siempre lo soñamos y la marcha nupcial anunció mi camino. Llegué al altar y nos fue inevitable no darnos un besito con todo y ojos aguados. Ahí inició una hermosa ceremonia, inolvidable. Terminó la ceremonia y la respectiva sesión de fotos no se hizo esperar.

En menos de nada ya eran las 9:15pm y nos dirigimos al salón que quedaba cerca de la Iglesia. En el salón todo fue diversión y felicidad. Estaba hermoso y justo como lo planeamos. La comida muy rica, la orquesta tocó las canciones que pedimos y muchas más, la torta con los muñequitos de Goku y Milk (Dragon Ball), una decoración hermosa, un baile de novios con la canción que me dedicó cuando aún estábamos saliendo y que me dijo que el día que nos casáramos, bailaríamos (Fly me to the moon), todas nuestras personas especiales con nosotros y finalmente una hora loca soñada. Con máscaras de Dragon Ball, luces, buena música, humo y demás y un fotógrafo que captó cada detalle importante.

En conclusión, nuestra mejor noche. Como consejo: ese día no habrá tiempo de solucionar nada y con estresarnos no ganamos nada, por lo tanto, si ven que algo falla a último momento, respiren y continúen. En mi caso, justo 3 horas antes uno de los caballeros de honor nos avisó que le era imposible llegar a la Iglesia y aunque al principio no sabía qué hacer, me relaje y dije: ok, que una de las damas entre con alguien más y listo. Disfruten mucho y bailen como yo hasta que ya no sientan los pies, es su noche.