El matrimonio de Luis y Ivonne en Barranquilla, Atlántico

El fotógrafo me tomó las fotos arreglándome y a mis amigas brindando. Mi mami y mi papi me dieron la bendición al igual que mi hijo.

Bajaron todos y solo quedaron mis dos pajesitas y la madrina (mejor amiga) en ese momento sentí una corriente que me empezó en los pies y terminó en mis ojos con unas ganas de llorar de la felicidad. No podía creer que había llegado el momento que tanto había soñado, unir nuestras vidas hasta el infinito. Mi madrina de boda me miró y me dijo: Amiga ya es la hora de bajar y entrar y ella tenía los ojos llenos de lágrimas de felicidad, su hija la pajesita nos miró y nos dijo: tía Ivonne, mamá no es hora de llorar sino de estar felices y bajar contrólense, reímos por ver que una niña de 8 años nos aterrizó.

Bajamos y me esperaba mi padre me dio un beso y su bendición me dijo que estaba preciosa, me tomó del brazo y entramos al salón mientras sonaba la marcha nupcial, allí vi a mi hijo que me esperaba en medio del camino para entregarme y mi hija la organizadora de toda la logística de cada instante, pero al fondo solo podía ver los ojos de mi amor. Brillaban y tenía una sonrisa divina. Mi corazón saltó de felicidad mientras caminaba hacia el altar, siempre me imaginaba ese momento, pero fue algo excepcional maravilloso.

Mi padre me entregó a mi hijo y él me llevó hasta el altar entregándome a mi amor lindo. Nos ubicamos y el notario nos dio la bienvenida y empezó la ceremonia, fue muy linda, habló de los cuatro pilares del matrimonio y de los hijos ya sea naturales y adoptados también de su experiencia personal.

En el momento de los anillos cuando se lo iba a poner a mi amor se me cayó, de los nervios y bueno reímos mucho lo recogimos y siguió la ceremonia.

Nos dimos un gran beso con una emoción, y en cada instante reíamos sonreímos y se nos notaba esa felicidad infinita.

El músico tocó con el saxo la marcha nupcial y salimos nos echaron arroz y burbujas todo fue hermoso.

Mientras los invitados se ubicaban en sus mesas mi esposo y yo nos tomamos las fotos con el equipo de fotografía estábamos felices.

Entramos al salón y nos aplaudieron mucho; bailamos una canción especial que me dedico mi esposo cuando le di el sí, se llama "en señal de Victoria" de Ivan Villazon, un vallenato romántico con una letra divina.

Después de nuestro baile hicimos el brindis, nos tomamos fotos con los invitados, sirvieron la cena abrimos la mesa de dulces y postres para todos y después empezó la rumba con mucho entusiasmo por parte de todos, le di una sorpresa a mi esposo y fue cantarle la canción "Prometo" de Fonseca todos quedaron sorprendidos y mi amor quedo fascinado, después mi hija nos sorprendió también cantando All of Me fue hermoso, al final hicimos la actividad del ramo y la liga.

Despedimos a todos los invitados y subimos a nuestra habitación, entre en sus brazos y me dejo en la cama.

Y allí empezó nuestra vida de felizmente casados hasta el infinito y más allá.