El matrimonio de Luis Carlos y Jazmín en Chía, Cundinamarca

La crónica de nuestro matrimonio

Al fin llegó el tan anhelado día y los nervios y la emoción no se hacían esperar. La noche anterior procuré descansar muy bien y al siguiente día me levanté muy temprano, pues la boda daba inicio a las 2 Pm. Mi madre me preparó el desayuno, organicé algunos asuntos que tenía pendientes y salí al salón de belleza en donde me peinarían, de allí regresé a mi casa y almorcé, enseguida me vestí con la ayuda de mi madre mi abuela y mis tías. Mi padre me llevó al auto y salimos rumbo al lugar donde se realizaría mi boda.

Al llegar, esperamos unos minutos, me bajé del auto y entré a una habitación con la corte para el desfile. Al fin llegó el momento y la marcha empezó a sonar, primero marchó mi esposo con su madre, enseguida entraron las niñas de la corte con diferentes funciones, atrás de ellas entraron los pajecitos y enseguida mi padre y yo. Estaba muy emocionada, pero a la vez muy nerviosa al ver a todos los invitados y a mi esposo al frente esperando a recibirme.

Inició la ceremonia y el pastor nos declaró marido y mujer, fue el momento más emocionante del día. La boda fue al aire libre y lo curioso fue que apenas se terminó la ceremonia empezó a lloviznar, entonces llevamos a los invitados al salón en donde se serviría le banquete.