El matrimonio de Leonel y Silvia en Sincelejo, Sucre

La crónica de nuestro matrimonio

La verdad fue una experiencia muy especial y única. Los preparativos ese día estuvieron a la orden del día desde muy temprano, ya que había que hacer una cosa y la otra. Desde el medio día fui al salón a arreglarme el cabello y el maquillaje y llegué super tarde a mi casa y super asustada, porque pensé que iba a llegar tarde a la iglesia. Lo mejor era que pasé toda la tarde pensando en cómo me iba a poner el vestido, si el moño era super alto y grande y solo me imaginaba que mi peinado se me dañaría. Total, llegué a mi casa y me ayudaron todos a ponerme el vestido, pero no me desarreglé para nada.

El momento en el que llegué a la iglesia fue uno de los más tensionantes y nerviosos de mi vida, lloré muchísimo y más cuando mi papá me recibía, era una mezcla entre alegría y nervios. Me acuerdo de ese día y me da mucha nostalgia, al momento de ver a mi prometido en el altar también llorando me hizo llorar aún más, pero después de un rato todo pasó y solo pensaba en todo lo bello que se veía todo y que yo había quedado como toda una princesa. La ceremonia fue muy linda y por fin recibimos la bendición de nuestro señor. Al llegar a la recepción mi emoción fue aún más fuerte ya que todo había quedado maravillosamente bello y tal cual como lo pedimos, la pasamos muy chévere.