El matrimonio de Leandro José Ricardo Regino y Stella Mejia Castillo en Barranquilla, Atlántico

La crónica de nuestro matrimonio

Sin temor a equivocarme, puedo calificar mi matrimonio como el día más soñado, especial, único e inolvidable, sencillamente, perfecto para mí y para mi esposo. Sé que las mujeres muchas veces rayamos en cursilerías, detallitos y no puedo decir que no hubo algo de ello porque mentiría, pero en general, quise que mi día más que “wuaoo” fuese un día especial, así de sencillo como se oye: especial.

Desde aquel 01 de enero de 2018 centré mi mente, esfuerzos, dedicación, amor, entrega total a preparar solita cada detalle de mi boda, hoy a 20 días de haber dado el “sí”, recuerdo con amor profundo cada proveedor que escuché, cada caminata, cada corre corre para abonar, cada una de las personas que hicieron participe de una forma u otra del proceso. Fueron tantos momentos de felicidad, pero también de tensión. Tantos momentos de frustración, pero sin duda, Dios nunca apartó de nosotros su misericordia, que si nos casaremos por dos iglesias: católica y cristiana. Sí, por las dos.

Más de uno con cara de “y esto con qué se come”, pues se come con algo que se llama mixta religión, en donde dos personas pueden contraer matrimonio aun sin ser del mismo referente religioso, aunque compartimos la misma fe, la misma trinidad, el mismo Dios, hay en nuestra crianza y decisiones personales maneras diferentes de celebrar nuestra creencia, sin embargo, nada de ello fue impedimento para unir nuestras vidas en ningún momento.