El matrimonio de Katherinne Uribe y Manuel Andrés en Bucaramanga, Santander

La crónica de nuestro matrimonio

Tener la sensación de un no sé qué, combinado con un toque de estrés hace parecer que el momento es esperado o simplemente sin conocimiento de lo que sucederá.

Esto puede ser complicado, pero gratificante solo si sabes que estás emociones son a causa de saber que te vas a casar y será con la mujer más maravillosa del mundo.

Esto sucedió este día al esperar en el altar, escuchar la marcha nupcial y ver paso a paso acercarse a mi futura esposa, todo venía en mi cabeza, pero me tranquilicé al saber que todo lo había programado con esta página el matrimonio, se fueron calmando las ansias y el tiempo pasando.

El final de la ceremonia llegó y los invitados esperando con chispitas nos hacía sentir como si un millón de estrellas fugases estuvieran allí esperando para pedir los deseos de alegrías, abundancias, familia, estabilidad y entre muchas otras más que nos acompañara.

La recepción fue un momento que Dios nos dio para no parar de bailar y buscar otra forma de sentirnos unidos, llegar a la conciencia que la vida tiene muchas cosas maravillosas y compartirlas es lo mejor.