El matrimonio de Julian y Katheryn en Cali, Valle del Cauca

La crónica de nuestro matrimonio

Bueno mis niñas, no había tenido la oportunidad de contarles como fue mi gran día. Nos despertamos a eso de las 9:00am para que mi esposo fuera a arreglarse las uñas, yo me quedé en la casa bañándome y aplicándome mil tratamientos en el cabello ya que sabía que el maltrato de ese día del cabello seria bárbaro por la plancha, el secador, la laca, etc. Cuando él llegó le hice mascarilla, fuimos por unos amigos que llegaban de otra ciudad y llegamos a la casa a almorzar, almorzamos todos (éramos como 17 en mi casa) y como saben me casé en Willys así que mi esposo debía llevarlo al lugar de la recepción. Salimos (él en el Willys y yo en mi carro para que él se pudiera devolver), el dejó el carro allá y se devolvió para mi casa, yo en el salón ya tenía mi vestido y todo lo demás. Llegaron mis niñas de peinado y maquillaje, iniciaron con mi mamá a eso de las 3:30pm y a mí me aplicaron la espuma en el cabello para hacer los crespos, mientras se secaba yo me fui a decorar el carro. Al salón llego una señora a verlo y me decía "Ay, ¿ese carro será que lo alquilan?". Y yo le dije "pues yo le puedo preguntar al que va a ser mi esposo" y ella me mira con cara de sorpresa y me dice, ¿usted es la novia? Y yo le dije "sí señora" y me decía, ay no, pero usted está tan tranquila si ya casi son las 7:00pm (hora de mi matrimonio). Bueno pues, terminé de decorar el carro con una de mis damas de honor, me duché y fui y me senté a que me pusieran bella. Terminaron de maquillarme y peinarme y me fui a poner el vestido. Mi papá llegó y me vio y se puso a llorar, eso me partió el alma porque sé que a él le duele que me vaya, tanto como a mi dejarlo, pero bueno es la ley de la vida. Nos tomaron las fotos de la bendición y yo más lloraba (menos mal el maquillaje era a prueba de agua). Salió todo el mundo para la iglesia y por último mi papa y yo en el Willys, llegamos y al entrar entre sonriendo y feliz, al ver a mi esposo en el altar con su mamá, les digo estaba hermoso, me enamoré aún más de él, les cuento que se me olvidó el resto del mundo, aunque la iglesia es pequeña y había mucha gente, yo no podía quitarle la mirada y lloraba, pero a la vez me reía, él no paraba de decirme que estaba más hermosa de lo que ya era, que era toda una princesa, que me amaba y que se sentía muy feliz y afortunado de casarse conmigo.