El matrimonio de Juan Camilo y Paula Camila en Chía, Cundinamarca

Luego comenzó el matrimonio civil, a cargo del Pastor Helí Gómez, hicimos toda la parte legal, de firmar el acta matrimonial, realizar nuestros votos de amor y dedicatoria del significado de las argollas que pondríamos cada uno en la mano del otro. En los votos mi esposo me sorprendió cantándome una canción hermosa escrita por Santiago Benavides, titulada "Hallarte a ti"... que elección tan precisa para ese momento (tienen que ver la letra completa aquí dejo el coro: "Me acordaré de este momento me acordaré que enamorado juré brindarte mi amor y mi cuidado me acordaré y seré feliz porque sabré que estar aquí fue lo mejor que me pasó: hallarte a ti".) Lo mejor fue que era tanto el amor que mi esposo me expresaba que no pudo contener las lágrimas mientras me cantaba con desbordante sinceridad.

Terminamos el protocolo, y nos fuimos a sesión de fotos, mientras alistaban la comida tipo Buffet y la torta de semillas de amapola, compartimos un buen momento en la recepción, hicimos un "vals" muy loco, con la música instrumental del Opening de Game of Thrones y "Nothing Else Matters de Metallica", fue muy chistoso pues mi súper vestido tipo sirena extra largo, no me dejaba casi moverme, reímos más que bailar, pero compartimos un poco de pasos con los familiares más cercanos...

Mientras todos cenaban, mostramos un video de nuestros 5 años de amistad, noviazgo y compromiso, desde el colegio, imaginen ese montón de fotos tan variadas... y al final mi esposo me cantó otras buenas canciones, "Prometo de Fonseca"

Se hizo de noche y todo sinceramente salió perfecto. La empresa de eventos contratada respondió con excelencia en todo momento, el lugar fue mágico, inmenso, natural, de ensueño, colonial. En cada cosa Dios mostró su amor y misericordia para con nosotros, tuvo cuidado de cada detalle y nos dio gusto como sus hijos amados.

Despidiéndonos en grandes gozos de cada familiar, y amigos, llenos de bendiciones, nos fuimos rumbo al hotel contratado para nuestra noche de bodas, el cual también fue un plan perfecto.

Agradecemos a las personas amadas que Dios usó para proveer cada cosa que era necesaria para nuestra boda, y a Dios primeramente que es el dueño Señor y Padre de nuestras vidas y que para Él todo es posible.