El matrimonio de Jaime y Verónica en Medellín, Antioquia

La crónica de nuestro matrimonio

Casarse es como estar en una película donde los novios son los protagonistas. Así me sentí al otro día, cuando recordaba cada detalle. Realmente es un día mágico que recordaré toda la vida.

Me casé el 19 de julio de 2015. El día empezó muy temprano con todos los preparativos del maquillaje y peinado, luego llegó la fotógrafa y los chicos del video. El tiempo se fue volando. Ponerme el vestido fue lo más complicado, en ese momento vinieron a mi ayuda mi mamá, mi hermana, una tía y mis primas, entre todas me ayudaron a equilibrar cada detalle. Este proceso lleva tiempo, entonces la recomendación es hacerlo con calma porque empiezas a sudar y brillar. ¡ah! y muy importante comer antes de ponerse el vestido y reposar un poco.

Luego viene el viaje hacia la iglesia y ahí empiezan los nervios. Para mí el momento más asustador es cuando pones los pies en la iglesia, no sé porque pero te invade un susto tremendo, entonces hay que respirar, caminar despacio y sonreír mientras te encuentras con el novio.