El matrimonio de Germàn y Ana en Madrid, Cundinamarca

La crónica de nuestro matrimonio

El dia anterior estuvimos en la finca donde nos casabamos alistando todo, las flores, la disposicion del espacio, en fin. Casi no pudimos dormir, y nos despertó la mañana mas linda y emocionante. Mi mamá y yo nos arreglamos en Antonios Peluqueria y quedamos dichosas con nuestro look. Fué lo mas improvisado del mundo (al final nunca hice una prueba) pero gracias al profesionalismo del personal que trabaja en Antonios quede perfecta. A mi esposo le dejé un reloj en casa que decia nos vemos a las 11 (la hora que nos casabamos). Un tip: déjale un regalo.

Luego de eso todo se vuelve rarísimo, la gente lo mira a uno de una manera increible, es como con amor y emoción. Yo me sentía rarísima, super emocionada. La música comenzó mientras yo estaba a las afueras de la iglesia, y caminé con mi papá hasta la mitad de la iglesia donde vi a mi Germán y los dos estallamos con lágrimas de emoción del amor. Fué la mejor sensación de mi vida, el amor más a flor de piel que he sentido. La recepción fue todo lo que yo esperaba, romántica, campestre, relajada y espectacular.