El matrimonio de Freddy y Sandra en Barranquilla, Atlántico

La crónica de nuestro matrimonio

Uno de los días más felices de mi vida, mi sueño materializado en una boda de cuentos con el hombre que Dios diseñó para mi. Un mar de emociones experimentadas, una película rodando en mi mente con los recuerdos de ese primer día, de ese primer saludo, de la primera vez que nos vimos... de todo lo recorrido hasta ese día. Sorprendida. Maravillada. Agradecida, feliz. Estaba nerviosa.. Si. Era como la primera vez que nos encontramos solo que está vez estábamos delante del escritor de nuestra historia, nuestro bendito Dios.

El que ese día dejaría de ser mi novio y ante un Dios de promesas cumplidas aceptaría ser mi esposo para siempre.

En la ceremonia a veces solo lo miraba y en verdad que lo que sentía no puedo ponerlo en palabras. Él... él no tiene molde, no hay palabras, ni siquiera las canciones ni los poemas de aquellos que en la historia han quedado plasmados como los mejores podrán describirlo. Cuanto deseo que todos puedan encontrar en su vida lo que yo encontré en él. Detrás de esta historia hay muchas personas que hicieron de ese un día maravillosamente inolvidable... Mi corazón agradecido por siempre con ustedes. Mi boda fue un cuento de hadas realista, tal cual como siempre yo lo soñé.