El matrimonio de Francisco y Jessica en Cali, Valle del Cauca

Nos dirigimos a la iglesia, la ceremonia era a las 7:00 horas y yo llegué a las 06.45 pm. Muy juiciosita esperé en el carro hasta que fuera el momento de salir, no quería llegar tarde ni tener ningún inconveniente de tráfico (me gusta ser cumplida, y esta no iba a ser la excepción). Esperé a que la planeadora de la boda me diera la orden de salir y llegué a la entrada de la iglesia, entré acompañada de mi papá y al entrar me dieron nervios ver a mi esposo esperarme, se veía tan lindo, ese día me enamoré más. Estuvimos muy tranquilos en el momento de la ceremonia, fue muy bonita y amena, no era un padre regañón como en otras bodas, hasta que llegó el momento de hablar, se nos quebró la voz más por la emoción de decir que siempre nos íbamos a acompañar. Es un momento indescriptible, hermoso.

Luego salimos de la iglesia y nos recibieron todos los invitados, las felicitaciones y tener tanta gente que queremos reunida fue muy lindo, saludamos a muchos. Luego los invitados se fueron a la recepción y nosotros esperamos fuera de la iglesia, dando tiempo a que llegaran. Cuando llegamos al Orquideorama me di cuenta que había unos problemas de logística: no había dj, justamente había tenido un accidente y el reemplazo llegaba a las 9:30 horas, tomé aire y no me enojé, no quería dañarme mi gran noche.

Esperamos a que los invitados comieran los pasabocas, que se tomaran fotos, etc. Hicimos el brindis, estuvo a cargo de un familiar que nos aprecia mucho y fueron palabras muy hermosas, luego mi papá salió a decir palabras muy lindas que me hicieron romper en llanto y, la verdad, vi mucha gente emotiva y con nostalgia. Mi hermana también dijo palabras muy lindas, los amamos por tan bello detalle que no lo esperábamos.

Por el inconveniente de la música todo se retrasó, así que tomamos la mejor actitud y sacamos provecho, adelantamos la rifa del ramo, lo tiré como tradicionalmente se hace, y rifamos la liga con el juego de los zapatos.

Nuestro primer baile no lo hicimos, ya que dejamos de ensayar. Resulta que mi esposo, 15 días antes de la boda, tuvo un pequeño accidente y no podía caminar muy bien. ¿Se imaginan la paciencia que tuve? Así que pusimos una canción y abrimos baile con todos. Luego llegó la hora loca, todos se la gozaron. A las 12 mi familia nos tenía una sorpresa y llevaron un cantante y nos dedicaron unas canciones las cuales disfrutamos mucho. Luego sí, a bailar, tomar aguardiente y a disfrutar de toda la compañía. A pesar de las adversidades fue un día muy feliz, que llevaremos en nuestro corazón.