El matrimonio de Felipe y Yohana en Duitama, Boyacá
Vintage Verano Azul
F&Y
08 Sep, 2018La crónica de nuestro matrimonio
Cada detalle fue planeado y gracias a Dios pudimos disfrutar de ese maravilloso día.
Desperté ansiosa muy temprano; desayuné muy poco, ya que los nervios no me dejan comer bien. Luego esperé a mi mami, ya que nos peinarían y maquillarían en el mismo lugar.
Mientras tanto, mi prometido, en casa de sus padres también nervioso, no quiso comer mucho y empezaba a alistarse.
Tenía todo calculado en horas para peinarme, maquillarme, almorzar y luego vestirme, pero no todo es perfecto. Cuando llegamos al salón, la persona que contraté estaba ocupada, esto generó una demora de una hora. Pues nada: a mantener la calma porque, en realidad, ya sabía que todo podía pasar.
Mi hermano vino por mí al salón. Recogimos mi vestido y, adivinen: pues a correr, ya no alcanzaba almorzar. Mis padres me ayudaron a vestirme, poner mis accesorios y, al mirar mi reloj, me quedaban menos de 5 minutos para respirar y seguir corriendo. ¡Si se me hizo tarde para llegar a la iglesia! Mi cuñado estaba abajo esperándonos y, bueno, me dio un parte de tranquilidad, mi prometido ya estaba en la iglesia.
Seguir leyendo »El día se veía soleado y con cero probabilidades de lluvia, así que, una vez más, me sentí agradecida con Dios ya que me escuchó con tanta oración. Bajé del carro con mi padre y luego él acomodó mi vestido y el viento hizo de las suyas y me sacó el velo a volar. Una señora lo tomó y me lo regresó. Mi padre acomodó mi velo, de los nervios nunca vi quién estaba, sólo podía ver a mi novio y en el fondo se escuchaba la melodía de "A Thousand Years".
Llegó mi momento de entrar a la iglesia. Mis pajecitos, bellos, adelante con sus carteles y mi padre y yo justo atrás de ellos. En la mitad de la Iglesia, primera parada, nuestros padres nos entregaron e intercambiamos el Yugo y el Azahar La ceremonia fue muy bella y el consejo más importante fue que no olvidáramos ser novios, que siempre existiera complicidad, cariño, amor y sorpresas lindas.
Después pasamos a una sesión de fotos en un lugar cercano. Luego a la fiesta donde nos esperaban nuestros invitados: brindamos, cenamos delicioso y tuvimos dos ramos, uno para las solteras y el otro para su abuelita materna. La liga se la ganó un tío mio y a su abuelo le obsequiamos el Azahar. Pasamos una noche increíble con amigos y familiares celebrando nuestra unión como esposos.
Estamos por cumplir 3 meses de nuestro "Felices para siempre".
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