El matrimonio de Felipe y Eli en Barbosa, Antioquia

Después de media hora de espera por fin me tocaba bajarme. Cuando se estacionó el carro al frente del salón dije: “no, ya no quiero casarme”. Que susto bajarme de aquí y ver a todos los invitados en el salón y el salón super lindo, una decoración hermosa. Me dio de todo. Mi padre abrió la puerta y se le inundaron sus ojitos de lágrimas, sentí muchos nervios y le decía: “papi, no quiero bajarme”. Luego de todo me bajé, me organicé el vestido y el peinado y sonó la marcha. Sentía que el corazón se me quería salir, mi pajecita estaba más nerviosa que yo y me hizo el recorrido tirando las flores. Empecé la marcha del brazo de mi padre y caminé hacia el altar donde mi esposo me esperaba. Estaba hermoso, su mirada era encantadora y bueno, todos me miraban un poco seria, pero me dije: “sonríe un poco, que nadie note tus nervios”. Mi padre me entrega a mi esposo y bueno, empezó como tal la ceremonia.

Toda mi ceremonia fue en el salón. La notaría estaba ahí, realizo una ceremonia super bonita, nos gustó mucho y luego fue la ceremonia del pastor. Mi esposo y yo asistimos a la iglesia Ipuc y por ende fue un pastor quien realizó la ceremonia, Fue corta y bonita también.

Ya de ahí se termina esa parte y ya empezaron a saludarnos y luego la comida. Mientras eso nos tomaban fotos, luego el brindis, la rifa de la liga y el ramo, las palabras de agradecimiento a nuestros invitados, las fotos con todos… y bueno, el tiempo transcurrió y finalizamos nuestra boda como a las 12 de la noche. Todo salió de maravilla, como se planeó. Me sentía super cansada ya quería irme, pero faltaban algunas fotos y por fin terminamos.

Así fue mi hermosa boda, algo sencillo pero lindo, disfruté demasiado y lo mejor de todo fue que todo salió tal como lo planeamos: la atención en el salón fue excelente, y ahora llevamos ya 9 meses de casados y es algo muy lindo.