El matrimonio de Fabián y Johana en Bogotá, Bogotá DC

La crónica de nuestro matrimonio

Ese día fue bellísimo, el tiempo se volvió más lento y fue fluyendo el día conforme las actividades que teníamos… Cuando llegué a la iglesia estaba nerviosa y entrando con mi hermano quien me entregaba, lo vi a él, la persona con quien me convertí su novia de niña y en el atar me convertía en su esposa como adulta… estaba tan resplandeciente con su traje azul claro, parecía un ángel y cayó una lágrima de felicidad al verlo… Después mirábamos a nuestro señor y escuchamos la misa, el padre fue alguien fluido verbalmente y solo dijo 3 consejos: siempre mirarnos a los ojos - Siempre tomarnos de las manos y estar con Dios. ¡Cuando nos dijo que nos besáramos fue un beso de primera vez! Y así salimos de la misa nuestra familia se regocijaba de alegría, algarabía y solo me decían que mis votos los hizo llorar. En la recepción comimos, tomamos fotos, bailamos nuestro vals como lo planeamos después nos dieron 2 sorpresas mis hermanos: 1 un video con nuestra trayectoria de 16 años de estar juntos, nuestras superaciones, recordar nuestras mascotas que nos habían acompañado en el camino y que ya no estaban y un saludo de nuestra familia que por diferentes motivos no pudieron estar presencialmente, pero ahí estuvieron con sus bellos msj… luego cenamos y abrimos la rumba con nuestra coreografía creada por nosotros y ensayada en cada noche que el cansancio o el full trabajo nos lo permitía… fue sincronizada y llena de amor y cerramos bailando con carnaval divirtiéndonos entre las luces de colores. Siguiéndola en la casa de mis padres donde mi esposo tomó con tranquilidad y dedicación jaja que ni se dio cuenta de cómo llegó a Cancún a nuestro viaje de amor, lleno de nuevas experiencias, amor, descanso y belleza de la vida… Felices de confirmar nuestro amor y seguir sumando años hasta el fin de los tiempos y más allá!