Nuestro matrimonio tuvo una característica especial, no había tiempo. Todo fue maratónico debido a que junto a mi esposo vivíamos en Chile y a un mes de casarnos decidimos hacer la ceremonia en Colombia. Sin embargo y a pesar de la distancia nada salió mal.
Tres meses antes del matrimonio empezamos a ver muchas fotografías, videos de bodas y lugares de eventos en Santiago. Sabíamos qué queríamos pero implicaba mucha plata. Cuando decidimos casarnos en Colombia mis padres encontraron La Hacienda Santibella y su organizadora Gloria Osorio. Al ver los planes que ofrecían me sorprendí porque la mayoría de las cosas con que habíamos soñado, ellos las ofrecían y aún más.
Una semana antes de la boda nos encontramos con Gloria y les expusimos lo que deseábamos. Nos reunimos para ver la programación, la decoración, comida, fotografías y videos. En tan solo una semana hicimos esto. No tuvimos que preocuparnos por nada más porque ellos ya tenían todo coordinado. Y aun cuando uno no tiene muchas ideas, la experiencia de esta casa de eventos, asesora de la manera más adecuada a nuestros gustos. El día del matrimonio me sorprendí, todo era mejor de lo que pensé, era elegante sin perder el toque de los detalles que habíamos solicitado.
Aunque el tiempo pasó muy rápido, los recuerdos fueron los mejores y los comentarios de los invitados nos hicieron sentir muy alagados.
Como consejo a todas aquellas parejas que se van a casar, recomiendo lo siguiente:
Inviertan en la fotografía y una buena calidad de video. Son los únicos recuerdos que quedan. Realmente el tiempo pasa muy rápido durante la boda y lo único que te puede hacer recordar eso momentos es el video. Nosotros pagamos un dinero extra para mejorar la calidad del video y solicitamos varios cambios a la edición del video final, hasta que quedamos satisfechos.
Cuenta con la ayuda de tus familiares o damas de honor. Pon a trabajar a tus amigas si van a estar en la fiesta. En mi caso, mis padres me ayudaron a gestionar lo del lugar, mi mama me reservo la hora en la notaría, mis amigas me ayudaron con las tarjetas de invitación, mis primos me consiguieron los contactos para los danzarines de música típica y una prima me ayudó a que la programación se hiciera como la deseábamos.
El toque lo dan los novios respecto a las cosas adicionales con la que quieren diferenciar su matrimonio. Nosotros queríamos mostrar los bailes de Colombia y Chile para ellos contratamos unas parejas de danza que amenizaron el momento del coctel. Además sugerimos banderas de los países, burbujas en vez de arroz y varias canciones especiales que queríamos que colocaran en la ceremonia y coctel.
No preocuparse por las eventualidades, solamente sonreír y mantener la calma. Nada es perfecto. A mí me pasaron muchas cosas una de ella es que antes de salir de la casa tome un jugo y lo derrame sobre el vestido. Fue lo peor, pero no podía hacer esperar a los invitados. Así que tome mi mejor actitud y salí con una toalla en mano y en el auto intenté limpiar lo que podía, al final nadie ese dio cuenta de las machas en el vestido.
Uno se casa una vez en la vida y a veces como mujeres no disfrutamos porque el vestido no se ve como queríamos o el maquillaje no era el apropiado. Lo mejor es con anticipación hacer el maquillaje y el peinado, en esto hay que invertir. En cuando al vestido, es cuestión de aceptación, porque lo que a uno le parece que no está bien, para las demás todos está OK. El vestido que tú escogiste es el mejor, ¡no lo olvides!
Finalmente, mi mejor consejo es pedir ayuda a Dios. Todo lo encomendé a Dios, sé que él nos guio a dar este paso y puso todo a nuestra disposición.
Casarse es un sueño, ¡disfrútenlo! Los mejores años son los compartidos con la persona que amamos.
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