El matrimonio de Enrique y Vanessa en Cali, Valle del Cauca

2:30 pm un trancón de casi media hora en la calle 5ta. Llegué a las 3:00 pm - 3:10 pm al condominio. Mi madre llegó casi igual que nosotras, ella corrió a vestirse y luego le tocó correr a ayudarme a vestirme con ayuda de mi abuela. El fotógrafo haciendo unas fotos maravillosas. Mi abuela super nerviosa intentando ponerme los aretes y cadena. Le temblaban las manos. Yo super emocionada, mi madre super nerviosa y mi vestido en la parte de atrás llevaba varios o, mejor dicho, muchísimos botones y mi madre estaba tan nerviosa que no atinaba a ponerlo.

Eran 3:50 pm y la ceremonia comenzaba a las 4:00, pm mi madre salió corriendo a la iglesia con una de las pajecitas. Mi tío y yo nos montamos en el carro antiguo que contratamos con Glomo Autos y salimos. En la esquina de la iglesia me acordé del ramo de novia. No me lo podía creer, Dios mío... El conductor se dio la vuelta y llegamos al condominio nuevamente. Mi tío corriendo lo cogió y arrancamos nuevamente a la iglesia, yo sin desayunar, sin almorzar, con un nudo en la garganta, deseando verle ya a mi futuro esposo.

4:15 pm llegué a la iglesia y veo a mis amigos y familia y miro al fondo y lo veo a él. Él estaba llorando de la emoción y ya no pude más, y automáticamente mis lágrimas salieron. Yo era, fui y soy plenamente feliz, sus palabras fueron hermosa: “Jamás podría haberte imaginado, soy el hombre más afortunado del mundo, te amo” Todo fue perfecto. Ambos fuimos felices, fue la mejor experiencia de mi vida, fue la boda perfecta, fue tal cual ambos lo habíamos soñado y planeado por tanto tiempo. Llevamos 2 años hablando de cómo sería si algún día nos casáramos, pero esto fue mucho mejor de lo imaginado.