El matrimonio de Eliyer y Edgar en Bogotá, Bogotá DC

La crónica de nuestro matrimonio

Fue un día maravilloso desde el comienzo. Todo empezó con la noche anterior: esa noche tuvimos una serenata para la novia, que nos sirvió para compartir con los amigos cercanos y relajarnos para el día siguiente. Nos levantamos tarde, en compañía de la familia y nuestra hija de cuatro patas. Organizamos lo que faltaba, recibimos a la familia de afuera y después la novia a la peluquería. Sugerencia: si el peluquero te dice que la novia siempre llega tarde, eso no es cierto, debes procurar que sea muy cumplido o hacerlo con mucha antelación para no estar corriendo. Muchas veces la Iglesia tiene eventos después y no se puede comenzar ni terminar tarde. El novio debe estar en la Iglesia 45 minutos antes y recordarles a todos que estén temprano para acomodarse y tomar las fotos iniciales, eso ayuda a relajar e integrar a las personas.

Ya adentro, no olvidar tener acomodaciones: padrinos y padres en primera fila. La novia llegó a tiempo, pero con la organización de la entrada hubo una pequeña demora, por eso, es importante estar mínimo 10 minutos antes. La ceremonia fue genial, dado que tuvimos un padre amigo que nos acompañó, lo que hace que no sea lo de siempre y que, incluso, te sientas más cómodo. La entrada de la novia a la iglesia es el momento más emocionante, igualmente la salida de la misma, pues se siente la felicidad de quienes nos acompañan, y por supuesto la de los novios.