El matrimonio de Eder y Milena en Cali, Valle del Cauca

La crónica de nuestro matrimonio

Para nosotros fue un día perfecto. No sólo porque el tiempo acompañó, ni porque todos nuestros invitados iban deslumbrantes, ni porque Monjardín es un paraje precioso. Lo perfecto fue la atmósfera que se creó ese día, en ese lugar y en ese momento. Ni en nuestras mejores ensoñaciones sobre la boda nos lo habíamos imaginado tan increíblmente bonito. Fué perfecto porque como dijo una de nuestras primas: “Los novios se quieren mucho, los invitados quieren mucho a los novios, los novios quieren mucho a los invitados pero es que además los invitados se quisieron también entre ellos”. Nosotros no podríamos haberlo definido mejor.

Todo estaba perfecto, la iglesia, las flores, nuestra corte nupcial con niños, la alfombra roja, nuestras familias y nuestos invitados. Empieza la ceremonia, mi príncipe viene por mi a la mitad del pasillo de la iglesia de la mano de su mamá y yo de la mano de mi padre. Sentía que mi corazón se salía, una ceremonia preciosa cuando el padre al fin dice "pueden besarse", un estallido de aplausos en la iglesia nos ensordecieron y nuestros invitados entre lágrimas nos abrazaban felices por nuestra unión. En la recepción todo era más hermoso aún; nuestras mesas, los invitados, nuestro primer baile, esposa de Tony Vega, qué lindo fue todo. Aquí dejo algunas fotos, gracias por todo.