El matrimonio de Diego y Tania en Tarqui, Huila

La crónica de nuestro matrimonio

Casarse es sin duda un regalo de Dios, un tributo al amor. Así que meses atrás planifiqué cada detalle del día más importante de nuestras vidas. Diseñé las tarjetas de invitación, fueron unas cajas en madera estilo vintage, y cada dama de honor, caballero de honor. padrinos y pajecitos se les envió una invitación adicional las cuales fueron la sensación y así seguí definiendo cada detalle de mi boda soñada.

Mi vestido fue mandado a hacer y comprado en Medellín en SMODA, el cual fue el más maravilloso, su espalda en estilo tattoo, cada encaje, cada pedrería y cada detalle me enamoró y quedé fascinada con él. Mis zapatos fueron azul turquesa.

El día de mi matrimonio sentí miles de sensaciones, algo de nervios y una felicidad infinita, el fotógrafo llegó unas horas antes, donde me tomó unas espectaculares fotos cuando me estaban maquillando y peinando, igualmente que al novio, luego la bendición de nuestros padres y de allí salimos a cumplir nuestro sueño.

La boda fue católica, mis pajecitos estaban tan galanes y mis pajecitas todas unas princesitas, mis caballeros y damas de honor también estaban guapos y guapas, sus vestidos y corbatines eran azul turquesa. Entré a la iglesia y vi a mi príncipe azul con su traje, se miraba tan guapo y cuando llegamos al altar me dijo al oído estas preciosa mi amor, fue mágico.