El matrimonio de Diego y Geraldine en Cota, Cundinamarca

De ahí salimos en caravana donde iba yo y otros dos carros. Llegando a Cota paramos a comer Subway, fue un sueño, baje con mi vestido a comer y todo mundo me miraba y la fotógrafa me tomaba fotos y vídeos fue genial hasta que me cogió el afán.

De ahí salimos rápido para la Quinta Los Pinos hasta que llegamos y entraron todos menos mi primo y yo, solo pasaron 10 min para mi entrada y para mi fueron como 2 horas. Mi primo me ayudó a ponerme la cola y el velo hasta que me dijeron que podía entrar. Mi primo cogió el carro y entramos, cuando baje del carro anunciaron mi llegada, todo estaba muy hermoso y perfecto pero todo fue muy rápido.

Temblaba, me entregó mi abuelita y mi hermano y llegamos donde mi esposo y no sabía qué hacer, todo me sudaba y me temblaba, fue hermoso. Mi vestido era muy grande y tumbé un pedestal de ahí tocó que los corrieran hasta que llegamos al altar.

El pastor dio una predicación muy bonita y muy corta hasta que dimos el sí prometemos. Bueno de ahí salimos, todos nos felicitaron y comenzaron las fotos con los invitados y mientras todos entraban al salón de recepción nos tomaron muchas fotos a nosotros dos.

Luego de todo, llegó la entrada al salón, fue algo hermoso, todos nos aplaudían fue genial pensé que estaba en un sueño, bailamos en vals, dimos las palabras, el brindis, la comida, el ponqué. Mi esposo me tenía preparado un vídeo, lo vimos y rifamos el ramo y la liga y luego los padrinos nos dieron un regalo que fue un viaje para Cartagena y nos pusimos muy contentos.

Bueno, todo acabo ahí. Llegamos a casa a descansar para viajar al otro día, el vuelo salía a las 11am, nos fuimos muy contentos, viajamos, la pasamos muy rico, fue una luna de miel soñada. ¡Ahora solo queda vivir la vida cogidos de la mano de Dios!