El matrimonio de Diego y Astrid en Popayán, Cauca

La crónica de nuestro matrimonio

El día de mi matrimonio fue el día en que cumplí unos de mis grandes sueños. Desde días anteriores fueron días llenos de muchos sentimientos, fue un poco difícil para mí porque no pude compartir esta experiencia como yo lo soñaba con mis padres… pero ellos estuvieron a mi lado en cada momento que pudieron.

El buscar el vestido fue divertido y cuando lo encontré mi corazón supo que ese era el vestido de mis sueños. Ese día estuve con mis hijos y mi madre. Mi madre lloró y yo también.

El día del matrimonio fue un día agitado, con la ayuda de mi amiga estilista quedó bello el maquillaje y el peinado. Mis padres, mis hijos y mi esposo estaban hermosos, y yo... me sentía como una princesa.

Al llegar a la iglesia tenía muchísimos nervios, nunca en mi vida me sentí así. Mi esposo, parado frente al altar esperándome, y yo, llegué con una sorpresa: una bella canción para él. Aunque tenía todos los nervios del mundo logré cantársela, y al llegar donde él estaba y verme en sus ojos, me di cuenta que el casarme fue la mejor decisión que pude tomar, porque mi matrimonio es un milagro de Dios, y hasta ahora todos los días doy gracias por esa gran bendición.