El matrimonio de David Santiago y Juliana en Palmira, Valle del Cauca

La crónica de nuestro matrimonio

Nuestro matrimonio fue un viernes en la mañana, quisimos una ceremonia simbólica bajo un árbol hermoso y pocos invitados. Por eso, elegimos como ubicación a Finca Mabela, un lugar muy bello, ideal para eventos del estilo que buscábamos.

Ese día inició muy temprano para mí, nos reunimos mis hermanas, mi mamá y yo con nuestra maquilladora a las 5:30 a.m., desayunamos juntas, conversamos e incluso recibí muchas llamadas y mensajes cargados de buenos deseos. Inicié con el peinado de la mano de la estilista que contraté para la ocasión, y después de que mis hermanas terminaron con el maquillaje, fue mi turno. Ellas, se fueron al sitio del evento para asegurarse de que toda la decoración fuese exactamente lo que me imaginaba.

A las 9:30 salí con mi pajecita y su papá hacia el lugar, llegamos en pocos minutos, la idea era estar allí antes que todos los invitados (la mayoría llegarían en una van contratada por nosotros para hacer una ruta en la ciudad). Al ver toda la decoración me sentí muy emocionada, era todo lo que me había imaginado, poco después llegaría mi pareja, así que tuve que esconderme en el baño hasta que todas las personas estuvieran en el lugar. Lastimosamente, el conductor de la van tomó el camino equivocado y los invitados llegaron 15 minutos después de lo esperado, esto aumentó un poco mi ansiedad, pero no afectó mucho nuestros planes. Empezamos la ceremonia un poco antes de las 11 a.m., mi esposo y yo caminamos simultáneamente al altar, pero por caminos diferentes desde donde podíamos vernos. En cuanto di los primeros pasos que me permitieron verlo, no pude contener las lágrimas, fue increíble la sensación de ese momento que estuvimos planeando por tantos meses y que se dio justo como lo soñé. Mientras nos acercábamos a nuestros invitados, pude ver cómo se emocionaban y caían algunas discretas lágrimas. Una de mis mejores amigas fue quien ofició la boda, dijo unas bellas palabras, hicimos el ritual de la arena y llegó el momento de los votos; definitivamente el más bonito de todo el evento, en los vídeos se puede ver lo conmovidos que estuvieron nuestros invitados y su felicidad por nuestra unión. Al terminar la ceremonia, todas las personas pasaron a recibir sus cocteles y pasabocas, mientras tanto tuvimos nuestra ceremonia legal, únicamente con el notario, porque para nosotros era algo a lo que no queríamos darle tanta importancia. Posteriormente, iniciamos las fotos con cada una de las personas invitadas. En cuanto tuvimos todas las fotografías que queríamos, pasaron todos a la zona de la recepción donde se estaría sirviendo el almuerzo. Mi cuñado cantó una canción para darnos la bienvenida otra vez, después escuchamos los discursos de las personas más cercanas a nosotros y finalmente compartimos el almuerzo y la fiesta. Hicimos juegos, bailamos y disfrutamos de la ocasión.