El matrimonio de Bryan y Melissa en Barranquilla, Atlántico

La crónica de nuestro matrimonio

Y llegó el día más esperado. Desperté muy ansiosa porque tenía varios motivos para celebrar, también fue mi cumpleaños. Todos mis familiares llegaron a casa a felicitarme y celebrar mi cumpleaños. Bueno, me cogió la tarde para ir al salón para el peinado y maquillaje. Ansiosa y un poco nerviosa, salgo para el hotel a vestirme, pero ya iba cogida de la tarde.

A las 6 era nuestra gran cita en la iglesia y aún no estaba lista. Llego casi a las 6:30 temblando de los nervios, feliz de ver a nuestros hijos hermosos y a mi esposo en el altar esperándome. Entré a la iglesia y me encontré con el amor de mi vida. Muy hermosa la ceremonia.

Salimos para la recepción y nuestros invitados ya nos estaban esperando. Ingresamos y todos nos aplaudieron. Bailamos el vals, hicimos el brindis, dimos nuestros votos. Lloré de sentimiento y felicidad. Hicimos nuestro ritual de la arena, bailamos nuestro disco "Yo quiero algo que se quede para siempre", animamos a nuestros invitados a bailar con nosotros. Me sentía como en un cuento de hadas. Todo fue como soñamos y gracias a Dios lo logramos.