El matrimonio de Brayan y Dana en Bogotá, Bogotá DC

La crónica de nuestro matrimonio

Fue un día mágico, un día de muchos sentimientos encontrados, el día más feliz de nuestras vidas en el que después de 9 años de amor damos el paso más importante. Con Dios de la mano ya no somos 3, sino 4, Dios guía nuestro camino. Llegó el día más esperado: el sábado 18 de noviembre, un día de muchos nervios que solo respirar es la mejor opción para no llorar de emoción.

Al llegar a la iglesia y ver toda la familia acompañándonos es maravilloso, aunque en ese momento uno no mira si no a el novio que está en el altar esperando. Al entrar son muchos los nervios, yo sentía que todo se me dormía y el novio no me podía mirar porque sentía que iba a llorar. La ceremonia muy hermosa y cuando el padre dijo: “son esposos y prometemos amarnos hasta que la muerte nos separe”, fue hermoso.

La fiesta fue mágica acompañando de toda la familia y pasamos felices todo como lo soñábamos, fue como un cuento de hadas.