El matrimonio de Andres y Tatiana en Sabaneta, Antioquia

La crónica de nuestro matrimonio

Les cuento que el día sábado fue mi gran día, primero que todo nos levantamos, desayunamos y fuimos a terminar de arreglar el salón con la mejor amiga de mi fe, luego regresé a casa y me duché esperando a la maquilladora y a mi fotógrafa, llegaron a eso de las 2pm ambas.

Me organicé en el segundo piso donde vive mi suegra y ahí almorcé. Tuve inconvenientes con el peinado ya que soy de cabello corto, compré extensiones y no ondularon. No quedé cómoda, pero no había tiempo para cambiarlo. De ahí me vestí ansiosa, nerviosa, aunque ya convivimos juntos nos atacaron los nervios ya que anhelábamos este día. Esperé que llegara mi carro y salí, cuando llegué a la parroquia, no miré a nadie, solo a mi esposo, no aguantamos y lloramos.

Nuestro padre predicó la misa hermosa y hacía un poco de chistes para botar los nervios, nos felicitó ya que no nos separábamos de las manos, siempre cogidos, al terminar la ceremonia, fuimos a la recepción.

Nuestro baile de esposos, lancé el yugo, cenamos, brindamos, partimos el pastel y ya, ya que todo era muy sencillo, luego nos fuimos para una discoteca con algunos primos y tíos y nos hicieron una entrada de maravilla dando las felicitaciones delante todo el mundo.