El matrimonio de Andres y Laura en Barranquilla, Atlántico

La crónica de nuestro matrimonio

El día de mi matrimonio comenzó bien, mi novio y yo decidimos quedarnos en el mismo hotel y nos pusimos turnos para desayunar, el bajó yo bajé y todo normal, llegaron a maquillarnos, mis damas y yo estábamos muy felices y pum de repente la novia-mujer del hermano de mi novio (mi cuñado) dijo que ella solo trajo un vestido blanco, sí blanco cuando yo dije claramente que nadie de blanco, y el vestido era corto. Para resumir yo me molesté y mis damas se prepararon para evitar que el vestido llegara blanco y mi novio al ver que yo estaba incómoda le dijo a su hermano que así no la iban a dejar entrar y que debía ponerse otro vestido, así que la chica y mi cuñado le dijeron a mi esposo que si él no iba con ellos a comprar el nuevo vestido la chica no iba y su hermano tampoco. Esto me dio mucha rabia ya que él estaba estresado y se supone que los novios tenemos mil cosas más que hacer que solucionarles los problemas a los otros, pero se pudo y después de 15 vestidos, encontró uno. Volviendo a nosotros como típico en la novia me retrasé 40 minutos, cuando llegué ¡todo era hermoso! Las flores, los arreglos, las fotos, la mesa de los postres, todo era como me había imaginado. Mi hija al verme lloró y siguió llorando durante toda la ceremonia. Consejo para novias que tienen hijos sensibles, que sus hijos los vean antes de llegar al matrimonio, mi hija quiso irse con mis damas en el desorden y pues no me vio. La ceremonia maravillosa, casi lloro cuando vi a mi esposo en el altar frente al mar, en los votos pasaron momentos graciosos, él dijo algo como "yo tu esposa" y todos reímos. Después en la sesión de fotos me desmayé, no una sino 2 veces. Consejo para las novias que se casan en clima caliente y al aire libre, el vestido indicado es el que no les da tanto calor. Después de recuperarme siguió la fiesta, las fotos fueron una maravilla, la comida sigue dando de que hablar y todas las cosas bellas. Volvería a casarme nuevamente, con el mismo novio, en el mismo lugar, pero con más cuidado del calor.