El matrimonio de Andrés y Andrea en Subachoque, Cundinamarca
Rústicos Otoño Morado
A&A
16 Feb, 2019La crónica de nuestro matrimonio
Puedo alegremente decir que mi matrimonio fue tal como lo deseaba. Todo empezó con la ayuda de mi hermana que, como dama de honor, se convirtió en mi wedding planner. Ella me ayudó a buscar los proveedores, cotizar, visitar y contratar a los que seleccionamos.
Fuimos incorporando pequeñas ideas que nos ayudaron a lograr una boda preciosa y muy de nosotros. Mi esposo fue un apoyo total a todas las decisiones que tomamos y, sobre todo, me ayudó a hacer todas las cositas que decidimos hacer manualmente, como las invitaciones, los marca puestos, los números de mesa e incluso los centros de mesa en madera.
Contratamos todo lo más importante con un sólo proveedor, Banquetes Casa Cristal, y nos fue muy bien con ellos. El hecho de manejar un sólo proveedor nos ayudó a que todo fuera más sencillo y con menos estrés.
Algunas de las ideas que hicimos nosotros mismos fueron las invitaciones, basadas en ideas que encontramos en internet y usando una máquina troqueladora que compramos especialmente para hacer proyectos de la boda. También diseñamos unas combis Volkswagen en madera para los centros de mesa, y personalmente fuimos a comprar las flores y armamos los centros de mesa nosotros mismos. Incluimos burbujeros en cada una de las sillas de la ceremonia para que al salir de la misa nos lanzaran burbujas, esta fue una idea muy bonita y se ve muy bien en las fotos, además los burbujeros que conseguimos venían en forma de pastel de bodas, por lo que se veían realmente tiernos.
Seguir leyendo »Tuvimos una ceremonia católica al aire libre, lo que resultó muy hermoso, ya que habíamos pensado que no era posible hacer una boda católica fuera de una capilla, pero conseguimos un padre que nos ayudó con eso. El clima fue perfecto, no muy caliente ni muy frío. Contratamos un músico para acompañar la misa. Todo estaba decorado con rosas moradas y rosadas pálidas, fue muy bonito.
Luego de la ceremonia tuvimos un momento a parte, sólo Andrés y yo, en el que intercambiamos votos, fue un muy especial con un par de lágrimas, pero sobre todo con mucho amor. Luego tuvimos la sesión de fotos (un poco larga la verdad, pero incluimos a todos los invitados, por lo que al final terminó siendo muy linda). Y tuvimos los discursos, por parte de mis papás y de la mamá de Andrés, todas palabras llenas de amor.
Después de la cena y el ponqué, empezamos la fiesta como tal, iniciamos sorteando el ramo (yo hice una versión secundaria del ramo, porque no quería entregar el mío, lo quería guardar para el recuerdo) y entre los solteros rifamos el azahar del novio. Fueron dos jueguitos sencillos pero muy entretenidos.
Para el ramo, amarramos una cinta de papel al ramo y pusimos otras cintas iguales que no estaban amarradas a nada. Yo sostuve el ramo y las cintas, sin dejar ver cuál era la que estaba amarrada al ramo, las solteras de la fiesta tomaron una cinta cada una y halaron. La que haló la cinta amarrada al ramo se lo ganó. Fue muy divertido la verdad.
Para el azahar del novio lo que hicimos fue cubrirle los ojos a Andrés y ponerlo en el centro de un círculo armado por todos los solteros, a ellos los pusimos a girar en una dirección, agarrados de los hombros, y a Andrés en la otra dirección. Finalmente, cuando Andrés decidió, cogió a uno de los solteros del hombro y él fue el que se ganó el azahar.
La fiesta fue muy entretenida, bailamos un montón, Andrés y yo repartimos el trago para asegurarnos que todos estaban pasando un buen rato y la verdad no pudimos quedar más contentos. Por todo lado donde mirábamos la gente la estaba pasando bien y nos lo decían constantemente.
La fiesta terminó hacia las 10 de la noche, que era la hora que habíamos planeado para finalizar y todos se fueron contentos y sin contratiempos.
Realmente fue todo muy, muy bonito y a hoy todavía las personas nos dicen que se divirtieron mucho y que todo salió hermoso.
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