El matrimonio de Ana Milena y Angel en Funza, Cundinamarca

La crónica de nuestro matrimonio

El día empezó muy temprano para los dos, pues para evitar líos de tráfico mi esposa decidió maquillarse y arreglarse en la hacienda, por lo que llegó a las 7 allí, yo por mi parte llegué una hora más tarde para dejar un poco los nervios (tarea difícil) y ver si podía ayudar en algo, pero lo que más me gustó fue ver desde esa hora a un buen grupo de personas, incluyendo a Mari, nuestra Weding Planner (quien le mete alma y corazón a lo que hace), finalizando detalles del arreglo de nuestro evento, pues la decoración, las sillas y mesas ya estaban ubicadas, eso lo llena de confianza a uno en que todo va a salir bien, y empiezan los nervios (que eran los que iba a dejar).

El matrimonio sería a medio día, entonces empezamos a compartir con mi familia y a hacer el reportaje fotográfico con Erick, Niky y su asistente, en este momento, reímos, lloramos, y nos terminábamos de arreglar mientras mi esposa hacia lo mismo con su familia.

Llegó el momento y simplemente nos dejamos llevar por la alegría, sabíamos que no nos debíamos preocupar por la atención de nuestros invitados pues todo estaba perfectamente planeado, la música, el almuerzo, la ambientación, la rumba, y en si todo lo que contratamos salió mucho mejor de lo que esperábamos, y esto hizo que fuera un día inolvidable, no solo para nosotros como pareja, si no para cada uno de los invitados.