El matrimonio de Alejandro y Vanessa en Medellín, Antioquia
Rústicos Verano Rosado 4 profesionales
A&V
02 Jun, 2018La crónica de nuestro matrimonio
Ese día comenzó con el gritico de todos en mi casa, más ansiosos ellos que yo porque era el gran día. Me fui a duchar, con demasiada calma para ser verdad, me puse cualquier ropa que encontré y me fui a donde el estilista. Y otro que me recibe con la super sonrisa y la mega celebración, “¿qué le pasa a esta gente?”, decía yo.
Comenzamos con un peinado hermoso, era semirecogido, ya que mi vestido tenía lindos detalles en el pecho y los hombros. Luego el maquillaje y, creo que, como toda novia, me vi un poco distinta. No sé si serán los nervios, pero la gran mayoría en ese momento de la verdad al mirarse al espejo, me sentí indecisa. Luego se me pasó y regresé a mi casa para que de verdad entrara a la realidad.
Llegué a mi casa y ya estaba afuera la limosina antigua que contraté con Limosinas Marwill. Divina, por cierto, y ni qué decir del servicio. Y como dicen en mi tierra: "comienza Cristo a padecer", esa calma que tenía desde antes de levantarme se esfumó. Me estrellé con la realidad, ahora sí comenzó mi día. Se fue mi serenidad, estaba a punto de enloquecer, todos los sentimientos que uno se pueda imaginar juntos en un mismo momento, me puse el vestido con la ayuda de una amiga, pues mi mamá estaba más nerviosa que yo multiplicado por 1000. Comenzaron las fotos por mi fotógrafa perfecta, Sara Rincón, esas fotos que tanto me gustan en mi vida normal no las quería. Quería salir corriendo y acabar con esto de una vez para volver a mi tranquilidad, pero todo transcurrió normal. Disfruté cada momento, salí de mi casa como una princesa montada en su carruaje.
Seguir leyendo »Al llegar a la iglesia, una hermosa capilla en Bello, me encuentro con la sorpresita de que una de mis damas de honor no llegaba, ¡que emocionante! Los padrinos de la boda me decían que comenzáramos sin ella, pero yo quería que todo fuera perfecto, como lo había planeado y decidí esperar. La ceremonia comenzaba a las 12 pm, y comenzó 10 minutos después, el carro pasó el portón y mi papá me ayudo a bajar de él, ¡que nervios! Comenzó la marcha nupcial, esa que me indicaba que debía entrar, la misma con la que había soñado toda mi vida, la que cantaba constantemente "taratatan taratatan". Era mi canción más anhelada en el mundo, resulta que ese día solo la escuché iniciar, porque en todo mi camino hacia al altar no la volví a sentir, benditos nervios.
Entré a la iglesia, no solo con mi papá del brazo, también con mi mamá, al igual que él con sus padres. Mi esposo y yo, le quisimos dar protagonismo a cada uno de ellos y no solo a los que manda la tradición. Nos encontramos en medio de la iglesia, nos saludamos todos medios sonámbulos, y mi esposo y yo seguimos adelante hacia el altar.
¡La ceremonia religiosa fue soñada! El sacerdote que elegimos fue perfecto, reflejaba lo que somos mi esposo y yo: alegría y diversión. Todo el tiempo nos reímos, al igual que nuestros invitados. Pero ahí fue cuando vino la calma, tomada de su mano, siendo lo que somos: tranquilos y serenos.
Al salir de la iglesia todos los invitados nos esperaban afuera, entre lluvia de pétalos nos dimos un beso y todas esas personas que queremos tanto nos felicitaron, ¡qué feliz se siente uno en ese momento!
Nuestra boda fue algo sencillo, la ceremonia y un almuerzo en un restaurante que amamos mi esposo y yo. Mientras los invitados llegaban, nos hicieron unas fotos hermosas con el carro antiguo en un parque natural. Llegamos al restaurante, compartimos con nuestros familiares y amigos, la verdad, es muy poco lo que se comparte, pero se trata de mostrar la mayor gratitud por estar ahí acompañándonos. Almorzamos, hicimos un brindis, partimos el pastel y nos tomamos fotos con todos ellos.
Al finalizar, los invitados se fueron y nosotros regresamos a la casa de mis padres, allá nos esperaban nuestras familias y algunos amigos. Decoraron en ese entonces mi casa, hicimos un asado y pasamos allí toda la noche. Una decoración hermosa, un detalle perfecto y lleno de amor, lo volvería a repetir y, aunque no todo sale como fue planeado, y a veces te encuentras con momentos de desesperación, no cambiaría nada de ese día, fue maravilloso.
Para finalizar, agradezco a matrimonio.com.co por ser mi gran aliado para cumplir mi sueño, gran parte de todos los preparativos los hice por medio de esta página, además de los comentarios de las demás novias, que resuelven dudas y en ocasiones nos dan tranquilidad. Mi boda la hice yo solita y con matrimonio.com.co.
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