El matrimonio de Adrián y Diana en Bucaramanga, Santander
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A&D
11 Mar, 2017La crónica de nuestro matrimonio
Hola, chicas, les comparto mi crónica de matrimonio:
Mi día empezó a las ocho de la mañana, me desperté junto a mi esposo (porque estamos casados por lo civil desde hace 9 años, justo el día 11 de marzo, día de nuestra boda, era nuestro aniversario número 9 :) Por eso decidimos casarnos por la iglesia en esa misma fecha), estábamos tranquilos esa mañana porque habíamos ultimado todos los detalles el día anterior, especialmente las maletas para nuestra luna de miel, porque salíamos para España al día siguiente de nuestra boda. Desayunamos y compartimos juntos un rato en casa, como hasta las once de la mañana. Después de eso lo volví a ver para la sesión de fotos (5:00 p.m.), pero eso más adelante lo contaré.
Llegaron mis seis damas de honor (mi hermana embarazadita, mis tres cuñadas, y mis dos primas) al medio día para almorzar y salir todas de mi casa hacia la peluquería. Mientras ellas comían yo me fui a duchar y desde ahí se corrieron un poquito los horarios. Almorcé casi corriendo y ellas se fueron para el salón y yo también salí (a otro salón) para que me pusieran bonita. Llegué a la peluquería como a las dos de la tarde aproximadamente. Estaba tranquila porque ya había tenido la prueba de peinado y de maquillaje y me había encantado, así que no hubo estrés por ese lado. Mientras estaba allá, llegaron los fotógrafos para tomar video y fotos de ese momento (que por cierto quedaron divinas). Salí de la peluquería como a las 4:30 p.m. y se suponía que a esa hora ya debía estar en mi casa poniéndome el vestido; por lo tanto, me fui volando para allá con mi mami y una de mis cuñadas (mi dama de honor principal), quienes me iban a ayudar a vestir.
Seguir leyendo »De camino llamaron a mi esposo para decirle que se encerrara en una habitación para que no me viera hasta que estuviera completamente lista. Entramos al apartamento y en mi habitación, debido a la hora, sentí el estrés que no había sentido en todo el día. Me vistieron como en diez minutos y le dijeron a mi esposo que me esperara en la sala para vernos por primera vez vestidos de novios. La razón de haber decidido vernos antes de la ceremonia fue debido a una sesión de fotos que teníamos en el club antes de la ceremonia. Entonces salí de la habitación, caminé por el pasillo y llegué a la sala. Ahí estaba mi esposo, esperando a su amada. Ese momento fue definitivamente uno de los más especiales y emocionantes de nuestra vida. Pese a que habíamos pensado que no lloraríamos, no pudimos contener las lágrimas. De hecho fue una mezcla entre risas y llanto de felicidad. Nos tomaron unas cuantas fotos ahí, con nuestro hijito (un hermoso perrito). Luego de eso, vino la llorada con mi mami mientras me daba la bendición. Llorábamos mientras nos reíamos de ver que ella no era capaz de hablar debido a la emoción. Inolvidable ese momento.
A las 5:20 p.m. salimos para el club en el carro de novios (mi esposo y yo), e iniciamos la sesión de fotos. Fue muy romántica. Se nos hizo un poco tarde y los nervios empezaron a aparecer nuevamente porque ya casi era la hora de la ceremonia que iniciaba a las 6:30 p.m. Así que salimos del club súper volando para el lugar de la ceremonia y recepción. Eran las 6:30 p.m. y no habíamos llegado, así que yo estaba con los pelos de punta porque el pastor nos había advertido que no llegáramos tarde a la ceremonia.
Finalmente llegamos al lugar y el pastor llegó al tiempo. Ahí me relajé hasta que ocurrió otro contratiempo. Resulta que en el apartamento decidí dejarle las argollas a la dama principal, "que porque era la más organizada y puntual", y ¡oh sorpresa! Cuando yo llegué, ella no había llegado. Después me enteré de que tuvieron un contratiempo con el vestido de mi cuñada. El punto es que casi me da algo. Todo el mundo la estaba llamando desesperadamente y ya estaba todo listo para dar inicio a la ceremonia, faltaban nada más y nada menos que las argollas y dos de mis damas (ella y mi otra cuñada, junto a sus esposos que son mis hermanos). Aparecieron e iniciamos como faltando 15 para las 7 p.m. Yo solo pensaba en el pastor.
En fin, se dio inicio a la ceremonia y entraron mis hermosas damas de honor, mis pajecitos y detrás de ellos, mi papi y yo. Ahí, me temblaron las piernas. Tantos serían los nervios, que no me di cuenta de cómo era la decoración de la ceremonia. Lo supe en las fotos. El caso es que la ceremonia fue muy especial también. Particularmente en el momento en que mi esposo y yo hablamos (debo aceptar que él lo hizo mucho mejor que yo porque las lágrimas y la voz entre cortada no me permitió decir mucho), absolutamente todo el mundo, sin excepción, lloramos. Fue realmente muy emotivo. Terminó la ceremonia e inició la recepción
Para resumir y no escribir un libro. Comimos pastel, hicimos el brindis (el papá de mi esposo y el mío se encargaron de eso), cenamos, hicimos la sesión de fotos con los invitados, bailamos nuestra canción de bodas y después el DJ hizo lo suyo.
Aunque todo fue mejor de lo que soñamos, el día terminó muy pronto, más de lo que esperaba, pero nos disfrutamos muchísimo cada momento, y todo lo tenemos atesorado en nuestro corazón. Además fue una bendición espectacular haber salido al otro día a nuestro viaje de bodas, que por cierto fue inolvidable también. Ya les contaré cómo estuvo con más detalle.
Les dejo unas fotos de ese maravilloso día.
Y agradezco enormemente que me leyeran.
Servicios y Profesionales del Matrimonio de Adrián y Diana



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